El exsecretario de Hacienda y Crédito Público, José Ángel Gurría Treviño, destacó la importancia de mantener el enfoque trilateral del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) durante su próxima revisión, al considerar que la competitividad de América del Norte depende de su integración en bloque.
“El señor Trump es partidario de los acuerdos bilaterales, pero en este caso ya tenemos algo absolutamente formidable: un bloque norteamericano cada vez más competitivo. No solo somos fuertes dentro del continente, sino frente a Asia, Europa y el resto del mundo”, afirmó Gurría al término de un evento público.
El valor de la trilateralidad en el T-MEC
De acuerdo con Gurría, el éxito económico de Norteamérica radica en su cooperación regional, y cualquier intento por fragmentar el acuerdo comercial en negociaciones bilaterales debilitaría su posición global.
“Norteamérica como bloque es competitiva porque precisamente estamos juntos. Si cada país busca acuerdos por separado, se pierde la fuerza de la integración”, advirtió.
El exsecretario, quien también fue secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), insistió en que mantener la trilateralidad del T-MEC no es solo una cuestión política, sino una estrategia económica esencial para consolidar cadenas de valor, atraer inversión extranjera y competir con otras potencias industriales.
Una revisión decisiva en 2026
El T-MEC, firmado en 2018 como reemplazo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), está programado para una revisión integral en 2026. Este proceso permitirá a los tres países evaluar el cumplimiento de sus compromisos y decidir si el tratado continúa en los mismos términos o requiere ajustes.
En ese contexto, Gurría subrayó que el liderazgo empresarial estadounidense ha tenido un papel determinante en mantener el acuerdo vigente. “El sector privado de Estados Unidos ha sido claro al explicarle a sus legisladores, tanto demócratas como republicanos, que era absolutamente indispensable renovar el T-MEC”, señaló.
Esta posición, explicó, responde a la realidad de que las cadenas productivas entre México, Estados Unidos y Canadá están profundamente interconectadas, especialmente en industrias como la automotriz, aeroespacial, electrónica y agroalimentaria.
Competencia global y política comercial regional
Gurría destacó que el contexto geopolítico actual exige definir una política comercial verdaderamente regional, especialmente frente a los aranceles impuestos a productos de países con los que Norteamérica no tiene acuerdos de libre comercio.
“Hasta ahora hemos tenido el lujo de no tener que decidir. Sin embargo, estamos ya en momentos de decidir”, afirmó.
El exsecretario explicó que algunos aranceles aplicados por Estados Unidos o Canadá a ciertos productos son respuestas recíprocas a medidas impuestas por otras naciones, pero advirtió que la región debe actuar con coherencia para evitar conflictos internos.
Asimismo, pidió analizar los casos de países que “literalmente están invadiendo” los mercados con productos a bajo costo, e identificar las causas económicas que los motivan. “En esos casos, hay que ver las razones de fondo y no reaccionar de manera aislada”, puntualizó.
Ventajas de una Norteamérica integrada
El economista mexicano señaló que la integración comercial de México, Estados Unidos y Canadá ha sido uno de los factores que más ha fortalecido la competitividad global de la región durante las últimas tres décadas.
Gracias al T-MEC, dijo, se ha logrado una mayor complementariedad en la producción, el desarrollo tecnológico y la generación de empleo calificado, especialmente en sectores industriales de alta demanda.
“Lo que hace fuerte a Norteamérica es su unidad. Juntos somos más eficientes, más innovadores y más atractivos para la inversión”, afirmó.
En ese sentido, Gurría enfatizó que mantener la cooperación trilateral es crucial para enfrentar los desafíos económicos del futuro, incluyendo la transición energética, la automatización y las disputas comerciales con Asia y Europa.
Una región con potencial global
Para Gurría, el futuro de América del Norte depende de su capacidad para mantenerse unida frente a los cambios en la economía mundial. “El reto no está en competir entre nosotros, sino en competir juntos contra el resto del mundo”, aseguró.
Reiteró que el T-MEC es más que un tratado comercial, pues representa una alianza estratégica para garantizar la estabilidad económica y la soberanía productiva de los tres países.
“Debemos consolidar esta visión regional y seguir fortaleciendo la cooperación entre nuestras naciones. Solo así podremos seguir siendo una de las zonas más competitivas del planeta”, concluyó.


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