El Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) convocaron a las Jornadas Permanentes Rumbo a los 30 Años de la Fundación del CNI, con el propósito de fortalecer la organización frente a lo que denominan “la guerra capitalista contra la humanidad y los pueblos originarios”.

De acuerdo con el comunicado difundido por ambas organizaciones, las jornadas se extenderán durante el próximo año y culminarán el 12 de octubre de 2026 con una asamblea nacional que definirá el rumbo del CNI en la siguiente etapa de su lucha.

Una conmemoración con sentido político y social

El Congreso Nacional Indígena recordó que el 12 de octubre de 2026 se cumplirán 30 años de su fundación, surgida en 1996 como un espacio de articulación entre comunidades, naciones y pueblos originarios de todo México.

En su declaración, el CNI enfatizó que su lucha se mantiene fiel a los principios anticapitalistas, antirracistas, antipatriarcales y antifascistas, con el objetivo de defender la vida, la madre tierra, los territorios, la cultura, las lenguas y la autonomía de los pueblos indígenas.

“Ante la brutal guerra de conquista capitalista que despoja y destruye a nuestros pueblos cada vez con más violencia, el CNI debe fortalecerse como una red que permita resistir al despojo y defender lo que nos da sentido como pueblos y como humanidad”, señaló la organización.

Las jornadas, que incluirán encuentros, foros, asambleas y actividades culturales, buscan revitalizar los vínculos entre las comunidades indígenas y los movimientos sociales que han acompañado al CNI durante tres décadas de resistencia.

Un llamado a los pueblos de México y del mundo

En su comunicado, el CNI y el EZLN extendieron su invitación a “los pueblos, naciones, tribus, comunidades, barrios y organizaciones indígenas, así como a las personas y colectivos de México y del mundo” que se solidarizan con la lucha de los pueblos originarios.

El texto fue dirigido expresamente a “los organismos defensores de derechos humanos, las Redes de Resistencia y Rebeldía, la Sexta Nacional e Internacional y los firmantes de Una Declaración por la Vida en los cinco continentes”.

Ambas organizaciones recordaron que su resistencia se inscribe en una lucha global contra las desigualdades y las violencias del sistema capitalista. En ese sentido, denunciaron que “la más cruel guerra de conquista” se manifiesta actualmente en el “genocidio del pueblo palestino perpetrado por el gobierno de Estados Unidos y su socio, el Estado sionista de Israel”, a quienes acusan de simbolizar el dominio imperialista contemporáneo.

Orígenes del Congreso Nacional Indígena

El CNI fue fundado entre el 9 y el 12 de octubre de 1996, con la participación de más de 3 mil delegados de todo México, entre ellos la comandanta Ramona, representante del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN.

Su creación fue resultado directo del Foro Nacional Indígena, convocado por el EZLN en enero de ese mismo año, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Aquel foro se llevó a cabo semanas antes de la firma de los Acuerdos de San Andrés, un pacto histórico que pretendía reconocer los derechos y la cultura indígena en la Constitución mexicana, compromiso que, según los convocantes, nunca fue cumplido por el Estado mexicano.

Desde entonces, el CNI ha mantenido una presencia activa en la defensa de los derechos colectivos de los pueblos originarios, promoviendo la autonomía comunitaria, la protección ambiental y la preservación de las lenguas y tradiciones ancestrales.

“Mandar obedeciendo”: los principios que guían al CNI

El comunicado retoma los siete principios del “mandar obedeciendo”, que han sido la base ética y política del CNI desde su fundación: servir y no servirse, construir y no destruir, representar y no suplantar, obedecer y no mandar, proponer y no imponer, convencer y no vencer, bajar y no subir.

Bajo estos lineamientos, el CNI afirma que su labor es colectiva, horizontal y civil, orientada a construir “mundos nuevos” desde las comunidades y no desde las estructuras tradicionales del poder político.

“Somos jóvenes. Como CNI vamos a cumplir apenas 30 años, pero nos anteceden más de 500 años de resistencia y rebeldía como pueblos originarios. No somos objeto de limosnas ni de lástimas. Somos camino y caminantes”, subrayaron en el texto.

Treinta años de resistencia y esperanza

El aniversario número 30 del Congreso Nacional Indígena no solo busca conmemorar su historia, sino reafirmar su papel como espacio organizativo de los pueblos originarios frente a los desafíos del presente, desde el despojo territorial hasta la crisis climática y la violencia estructural.

Las Jornadas Permanentes rumbo a 2026 se desarrollarán a lo largo de un año en distintas regiones del país, con la intención de recoger experiencias, plantear estrategias comunes y fortalecer la unidad entre los movimientos indígenas y sociales.

El EZLN, aliado histórico del CNI desde su fundación, participará activamente en las actividades con el objetivo de mantener viva la lucha por la autonomía, la justicia y la dignidad de los pueblos.