En un contexto donde los precios continúan marcando la pauta del debate económico, la inflación en México dio un respiro. Durante la primera quincena de julio, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 3.55% a tasa interanual, marcando un retroceso significativo frente al 4.13% registrado en la segunda mitad de junio, y superando las expectativas de los analistas.
Este dato fue revelado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que confirmó que la disminución fue mayor a la prevista por los mercados, los cuales anticipaban una tasa de 3.64%, de acuerdo con un sondeo de Reuters.
Inflación subyacente también cede, pero sigue por encima de la meta
Aunque el dato general fue positivo, el índice subyacente, que excluye productos de alta volatilidad como energía y alimentos frescos, bajó ligeramente a 4.25% desde el 4.28% anterior. Si bien representa una disminución, sigue por encima de la meta oficial del Banco de México, establecida en 3% ±1 punto porcentual.
Este comportamiento de la inflación subyacente refleja que persisten presiones internas en algunos sectores, lo que podría influir en la toma de decisiones del Banco Central.
Banxico, entre la cautela y la posibilidad de un giro
En su más reciente reunión, el Banco de México (Banxico) decidió reducir su tasa de interés clave en 50 puntos base, dejándola en 8%. Sin embargo, la decisión no fue unánime. El subgobernador Jonathan Heath votó por mantener la tasa sin cambios, mostrando una postura más cauta ante la persistencia de la inflación subyacente.
La minuta de la reunión reveló que los otros cuatro miembros del comité consideran que el ritmo de recortes podría volverse más gradual, una señal clara de que el ciclo de flexibilización monetaria podría estar entrando en una nueva fase de análisis más fino.
¿Qué implica esta baja de inflación para los mexicanos?
Aunque una inflación menor es, en general, una buena noticia para los hogares mexicanos, la persistencia de la inflación subyacente por encima del objetivo mantiene cierto grado de incertidumbre en la política monetaria. Para los consumidores, podría significar una posible estabilización de precios, pero también una ralentización en los recortes a las tasas de interés, lo que incide en créditos, hipotecas y financiamientos.
Lo que sigue: la mirada puesta en el 7 de agosto
Con este nuevo dato sobre la mesa, todas las miradas se dirigen al próximo anuncio de política monetaria del Banxico el 7 de agosto. Hasta ahora, el banco ha recortado su tasa en 325 puntos base desde inicios de 2024, tras haberla llevado a un máximo histórico de 11.25%.
Ese día, el país sabrá si las señales de alivio inflacionario se traducen en una continuación de los recortes, una pausa o una estrategia más conservadora.
Señales mixtas en el panorama económico
México vive un momento crucial. Por un lado, la baja inflación general es una señal alentadora para la economía doméstica; por otro, la resistencia de la inflación subyacente pone un freno al optimismo absoluto.
La clave estará en el equilibrio que logre Banxico entre mantener la estabilidad económica y estimular el crecimiento, sin perder de vista el bienestar de las familias mexicanas.
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