El llamado huachicol fiscal, es decir, el contrabando de hidrocarburos que evade impuestos, ha dejado un boquete estimado en 600 mil millones de pesos en la hacienda pública. Para dimensionar la magnitud, esta cifra representa cerca del 6 % del Paquete Económico 2026, calculado en 10.1 billones de pesos.
Para ponerlo en perspectiva, con el dinero que deja el huachicol fiscal podría cubrirse casi por completo el presupuesto de la Secretaría de Bienestar, que para 2026 contará con más de 674 mil millones de pesos.
Solo el programa de Pensión para el Bienestar de Adultos Mayores, que beneficia a 14 millones de personas, recibirá más de 526 mil millones; con el dinero del huachicol fiscal podrían sumarse millones de beneficiarios más.
Huachicol comparado con Pemex y Educación
La evasión fiscal por hidrocarburos también equivale a lo programado para gigantes como Pemex (517 mil millones de pesos) o la Secretaría de Educación Pública (513 mil millones). Incluso alcanzaría para financiar ambas dependencias y todavía sobraría dinero.
Lujo internacional: esferas, estadios y bancos
Si se pensara en proyectos internacionales, con los 600 mil millones podrían construirse:
- 14 Esferas como la de Las Vegas, donde Adidas presentó el balón del Mundial, cuyo costo fue de 2,300 millones de dólares.
- 6 estadios tipo SoFi de la NFL, valuados en más de 5,000 millones de dólares cada uno.
- Más de 20 estadios Santiago Bernabéu, que costó cerca de 30 mil millones de pesos tras su remodelación.
- Incluso podría comprarse Banamex completo, considerando que Fernando Chico Pardo invirtió 42 mil millones por apenas una cuarta parte del banco.
Aeropuertos y comparación internacional
En términos de infraestructura, la cifra alcanzaría para ocho aeropuertos como el Felipe Ángeles (AIFA).
Y si se compara con la región, esos 600 mil millones superan el gasto anual de países como Costa Rica, Panamá, Uruguay, El Salvador, Jamaica y República Dominicana.
El costo real del huachicol fiscal
Lo que México pierde por el contrabando de combustibles no solo significa un golpe al erario, sino la posibilidad de financiar programas sociales, construir infraestructura o competir en proyectos de talla internacional.
En palabras simples: el huachicol fiscal equivale a lo que podría cambiar el rumbo del país en educación, energía, pensiones y desarrollo social.
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