La temporada decembrina suele estar marcada por regalos, cenas, viajes y compromisos sociales se acumulan en pocas semanas y, para muchas personas, la tarjeta de crédito se convierte en la principal aliada para cubrir los gastos de Navidad. Sin embargo, detrás de esa aparente comodidad puede esconderse una o varias deudas que se arrastra durante meses.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) advirtió que uno de los errores más comunes en esta época es recurrir de forma habitual al pago mínimo de la tarjeta de crédito, una práctica que, aunque mantiene la cuenta al corriente, puede transformar las compras navideñas en una deuda larga y costosa.
El pago mínimo y sus deudas
El pago mínimo es la cantidad más baja que el banco exige cubrir cada mes para evitar que la cuenta caiga en atraso. Por lo general, representa entre 2% y 5% del saldo total, dependiendo de la institución financiera y del tipo de tarjeta.
Aunque esta opción evita cargos por mora y reportes negativos inmediatos, Profeco señala que la mayor parte de ese pago se destina a intereses y comisiones, no al capital de la deuda. Esto significa que, pese a pagar puntualmente, el saldo prácticamente no disminuye.
¿Cómo se encarecen las compras de Navidad?
Durante diciembre, muchas personas optan por pagar solo el mínimo para liberar efectivo y seguir cubriendo otros gastos. El problema surge cuando ese saldo se arrastra durante meses o incluso años.
Al no reducirse la deuda principal, los intereses se calculan mes con mes sobre un monto elevado. De esta forma, un regalo comprado en Navidad puede terminar costando mucho más de lo previsto, afectando el presupuesto familiar durante gran parte del año siguiente.
Impacto directo en tu historial crediticio
Aunque pagar el mínimo evita que la tarjeta se reporte como vencida, mantener saldos altos por periodos prolongados puede afectar el perfil crediticio. Esto reduce la línea de crédito disponible y puede limitar el acceso a nuevos financiamientos o a mejores tasas de interés.
Además, cuando la tarjeta se acerca a su límite, existe el riesgo de sobregiro, lo que impide seguir utilizándola y genera cargos adicionales.
¿Cuándo sí conviene pagar solo el mínimo?
Tanto Profeco como la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) coinciden en que el pago mínimo solo debe utilizarse en situaciones de emergencia.
En esos casos, cubrirlo permite evitar intereses moratorios y penalizaciones, pero la recomendación es retomar pagos mayores lo antes posible para reducir el impacto financiero a largo plazo.

¿Por qué el pago mínimo no reduce la deuda real
Una de las razones principales por las que pagar solo el mínimo no funciona es que gran parte de ese monto se destina a intereses. El abono al capital es mínimo, por lo que la deuda prácticamente se mantiene intacta.
Por ejemplo, si una persona tiene un saldo de 5 mil pesos y su pago mínimo es de 100 pesos, solo una fracción de ese monto reduce la deuda. El resto cubre intereses, y el saldo pendiente vuelve a generar cargos en el siguiente periodo.
Pagar el mínimo vs pagar el saldo completo
La diferencia entre ambas opciones es clara. Pagar solo el mínimo mantiene viva la deuda y aumenta su costo con el tiempo. En cambio, pagar el saldo total del mes liquida la deuda de inmediato y evita cualquier cargo por intereses.
Quienes logran cubrir el total comienzan el siguiente periodo con la tarjeta en ceros, conservan su línea de crédito disponible y evitan que las compras navideñas se conviertan en un problema financiero en enero.
Consecuencias a largo plazo en las finanzas personales
El uso recurrente del pago mínimo puede convertirse en un freno para las finanzas. La deuda se alarga, los intereses se acumulan y la capacidad de pago se reduce. En muchos casos, una deuda pequeña termina duplicándose con el paso del tiempo.
Además, el monto necesario para no generar intereses crece cada mes, lo que complica la recuperación financiera tras las fiestas decembrinas.
Recomendaciones para no iniciar el año endeudado
Las autoridades recomiendan priorizar el pago total o un monto mayor al mínimo, evitar hacer nuevas compras mientras se liquida la deuda y revisar con atención el estado de cuenta.
También sugieren no destinar más del 30% del ingreso mensual al pago de deudas y planear las compras navideñas con base en la capacidad real de pago, no en la línea de crédito disponible.
Usar la tarjeta de crédito sin control durante Navidad puede convertir una temporada de celebración en una cuesta financiera prolongada. La clave está en entender que el pago mínimo es solo un recurso temporal y no una solución real para mantener unas finanzas sanas.


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