domingo, diciembre 21, 2025

Crecen fraudes digitales tipo “pig butchering” en México y el mundo

El fraude “pig butchering” combina manipulación emocional y falsas inversiones; México enfrenta un alza preocupante sin una regulación digital efectiva.

El inicio de un fraude disfrazado de oportunidad

Lo que comenzó como una simple conversación en redes sociales terminó convirtiéndose en una pesadilla financiera. Jorge, un joven mexicano, creyó haber encontrado una oportunidad de inversión legítima cuando conoció a un supuesto asesor internacional que le ofrecía ganancias rápidas mediante la aplicación RHTradingPro.

Durante dos meses, Jorge observó cómo su dinero parecía multiplicarse en una plataforma que mostraba números prometedores y gráficos ascendentes. Todo cambió cuando, al intentar retirar su inversión, le exigieron pagar una “comisión de desbloqueo”. Ese fue el momento en que comprendió que había sido víctima de un sofisticado fraude financiero conocido como “pig butchering”.

Cómo opera el fraude “pig butchering”

El especialista en ciberseguridad Rodrigo Álvarez explicó que este tipo de estafa se estructura en cinco fases: el contacto inicial, la creación de confianza, la inversión inicial, el aumento progresivo y la “matanza”, etapa en la que los estafadores exigen más dinero bajo pretextos falsos.

De acuerdo con Álvarez, los criminales digitales suelen usar perfiles falsos en redes sociales, se hacen pasar por expertos financieros o incluso por posibles parejas sentimentales. Su objetivo es construir un lazo emocional con la víctima y manipularla para que invierta cada vez más dinero.

Las plataformas empleadas por los estafadores muestran datos ficticios que simulan ganancias, generando una falsa sensación de éxito y seguridad. De esta forma, las víctimas suelen depositar sumas mayores hasta que los delincuentes desaparecen sin dejar rastro.

México, terreno fértil para el fraude digital

En México, la falta de regulación específica sobre fraudes digitales ha permitido la proliferación de esquemas como el “pig butchering”. Jorge denunció su caso ante la Policía Cibernética y la Condusef, donde descubrió que la empresa con la que había invertido ni siquiera existía en los registros oficiales.

“Me da miedo que usen mis datos personales; saben dónde vivo”, relató, aún con temor a represalias. Su caso no es aislado: cada mes se reportan nuevos incidentes de estafas similares, aunque muchos no se denuncian por vergüenza o desconfianza en las autoridades.

Interpol ha reconocido el término “pig butchering”, aunque recomienda utilizar expresiones más empáticas que no revictimicen a las personas afectadas. El organismo también ha alertado sobre la expansión de estas redes criminales, muchas de las cuales operan desde Asia con alcance global.

Un problema mundial que sigue creciendo

Según datos de la firma de análisis Chainalysis, las estafas de tipo “pig butchering” aumentaron 40% en 2024, alcanzando pérdidas globales estimadas en 9 mil millones de dólares. Se prevé que la cifra supere los 12 mil millones conforme se detecten nuevos casos.

El subregistro de denuncias y el uso de “cuentas mulas” —asociadas a identidades robadas o compradas— dificultan el rastreo del dinero. En muchos casos, los fondos se transfieren a través de criptomonedas o se lavan mediante empresas pantalla, lo que complica aún más su recuperación.

Educación digital y cooperación internacional, las claves

El especialista Rodrigo Álvarez insiste en que la educación digital es la herramienta más poderosa para combatir estos fraudes. Enseñar a las personas a verificar identidades, desconfiar de promesas de ganancias rápidas y evitar la instalación de aplicaciones externas es esencial para reducir el riesgo.

También destacó la necesidad urgente de que México se adhiera al Convenio de Budapest, un tratado internacional firmado en 2001 que busca fortalecer la cooperación global contra la ciberdelincuencia.

“Lo mío fue poco comparado con otras personas; hay quienes hipotecan sus casas”, concluyó Jorge, consciente de que su experiencia puede servir para alertar a otros.

El “pig butchering” ya no es un fenómeno aislado: es una epidemia digital que crece al amparo del desconocimiento y la impunidad. Solo la prevención, la regulación y la educación podrán detener su expansión.

Giovanna Cancino
Giovanna Cancino
Giovanna Cancino es una experimentada profesional de la comunicación, Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación. Con más de una década de trayectoria en medios impresos y digitales, se ha consolidado como reportera y editora. Su profundo conocimiento se refleja en sus colaboraciones en la sección deportiva 'Sport Judge', así como en las importantes secciones Nacional e Internacional, asegurando una cobertura fiable y relevante para nuestros lectores.
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