En medio de una caída sostenida de ventas y un consumidor cada vez más cauteloso, Coca-Cola ha decidido mirar al sur para encontrar su salvación. La compañía, uno de los mayores símbolos del consumo estadounidense, atraviesa un momento crítico: sus ventas en Norteamérica disminuyeron 2% en el primer trimestre de 2025, según Food Business News.
El propio James Quincey, director ejecutivo de The Coca-Cola Company, reconoció que la marca “no está satisfecha con su rendimiento en volumen”. La pérdida de poder adquisitivo entre los consumidores hispanos, un sector clave para sus ingresos, y el efecto de un boicot viral en redes sociales golpearon aún más su desempeño. En palabras del directivo:
“Estamos centrados en recuperar a los consumidores hispanos y reforzar nuestras opciones de asequibilidad”.
El regreso del tamaño “mexicano”: mini latas y azúcar de caña
En una jugada tan nostálgica como estratégica, Coca-Cola lanzará en enero de 2026 sus mini latas de 7.5 onzas, el formato que lleva años dominando el mercado mexicano. La meta es ofrecer una alternativa más asequible y adaptada a los nuevos hábitos de consumo, donde el tamaño pequeño y el sabor clásico marcan la diferencia.
El precio sugerido es de 1.29 dólares (unos 23 pesos mexicanos). Cada lata contendrá 90 calorías, frente a las 240 de la botella estándar de 20 onzas.
Según Joel Bishop, presidente de Liderazgo Comercial de Coca-Cola Norteamérica, “lo que buscamos es asequibilidad y reclutamiento. No hay muchas opciones por debajo de los dos dólares”.
Pero el verdadero golpe de efecto viene con el regreso del azúcar de caña, un ingrediente que durante años fue sustituido por jarabe de maíz de alta fructosa en Estados Unidos. Este cambio responde a la creciente demanda de consumidores que prefieren el sabor de la llamada “Coca-Cola mexicana”, considerada más natural y menos empalagosa.
Un mercado cambiante y consumidores más conscientes
La nueva estrategia se alinea con una tendencia que gana fuerza: el “menos es más”. Los consumidores ya no buscan solo refrescos grandes o promociones, sino productos con sentido, moderación y calidad. Según Mint, el lanzamiento de las mini latas busca atraer a quienes dejaron de comprar refrescos por salud o precio, pero que aún sienten apego por el sabor original.
Además, la marca aprovechará el nuevo formato para probar sabores experimentales como Cherry Float y Sprite Winter Spiced Cranberry, usando la presentación pequeña como “tamaño de prueba” para nuevos consumidores.
En paralelo, el anuncio coincide con un auge de interés por los productos hechos con azúcar real, impulsado por recientes declaraciones del secretario de Salud estadounidense Robert F. Kennedy Jr., quien señaló que el jarabe de maíz puede estar vinculado con enfermedades metabólicas.
Coca-Cola mira hacia 2026 con sabor latino
Con esta nueva estrategia, Coca-Cola busca reconectar emocionalmente con el público hispano, uno de los pilares culturales y económicos del mercado estadounidense. El modelo mexicano —porciones pequeñas, sabor auténtico y cercanía con el consumidor— se convierte ahora en el plan maestro para revivir la marca en su país de origen.
Como señaló un analista de Reuters, “Coca-Cola entendió que su futuro depende de recuperar la confianza de quienes crecieron con su sabor, y muchos de ellos son latinos”.
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