En un movimiento esperado pero con implicaciones de largo alcance, el Banco de México (Banxico) anunció este jueves un recorte de 25 puntos base a la tasa de interés interbancaria, reduciéndola de 8.00% a 7.75%, marcando así un cambio de ritmo en su política monetaria.
Este ajuste, más moderado que los anteriores, se convierte en el quinto recorte en lo que va del año, pero el primero que no es de medio punto. En total, Banxico ha recortado la tasa de referencia nueve veces desde agosto de 2024, en un esfuerzo continuo por reactivar el crédito y moderar el costo del dinero, sin perder de vista los riesgos inflacionarios.
La inflación sigue bajando: contexto clave para el ajuste
La decisión llega tras la publicación, por parte del INEGI, del índice de inflación de julio, que mostró una desaceleración significativa: de 4.32% en junio a 3.51% en julio. Esta tendencia a la baja ha sido fundamental para que Banxico se sienta en condiciones de relajar, aunque cautelosamente, su postura monetaria.
Este nuevo nivel de tasa de interés, de 7.75%, es similar al registrado en junio de 2022, cuando México enfrentaba los efectos inflacionarios postpandemia y la incertidumbre global generada por rebrotes de Covid-19 en China.
Cambio de tono en Banxico: recortes más prudentes
La gobernadora del banco central, Victoria Rodríguez Ceja, ya había adelantado en julio ante el Comité de Asociados del sector bancario que los próximos movimientos serían “de menor magnitud” en comparación con los anteriores recortes de 50 puntos base.
Esta línea se reafirma en el comunicado de política monetaria de hoy, donde se deja claro que, aunque existe espacio para nuevos recortes, estos serán evaluados con cautela y no se contemplan ajustes abruptos en lo inmediato.
“La Junta de Gobierno considera que, hacia adelante, las decisiones dependerán de la evolución de la inflación, su convergencia hacia la meta y el comportamiento de las expectativas”, indica el documento.
Contraste con la Fed: divergencias entre México y EE.UU.
Mientras Banxico ha relajado gradualmente su tasa de interés durante el último año, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha optado por la prudencia y ha mantenido sus tasas sin cambios en cinco ocasiones consecutivas.
Este contraste marca un punto de inflexión en la política monetaria de América del Norte. La diferencia de enfoques responde a las condiciones económicas locales, la dinámica de inflación y las expectativas del mercado en cada país.
¿Qué significa esta decisión para los mexicanos?
Una tasa de interés más baja implica, en teoría, un menor costo para créditos hipotecarios, personales y empresariales, además de un posible impulso al consumo interno y la inversión.
Sin embargo, la cautela de Banxico refleja que no se ha descartado del todo el riesgo inflacionario. Aunque la inflación muestra señales claras de desaceleración, el banco central mantendrá una postura vigilante, lo que podría traducirse en una pausa temporal en futuros recortes si los indicadores económicos cambian de rumbo.
Recorte con mensaje de prudencia
Con este nuevo ajuste, Banxico confirma que la era de recortes agresivos ha quedado atrás. A partir de ahora, cada movimiento será quirúrgico, sustentado en datos concretos y con visión de largo plazo.
La estrategia del banco central apunta a mantener el equilibrio entre el impulso económico y la estabilidad de precios, en un contexto global aún marcado por la incertidumbre y tensiones geopolíticas.
