En un mundo donde las crisis económicas, políticas y ambientales marcan el ritmo de nuestras vidas, el IV Encuentro Regional Latinoamericano de Economía de los Trabajadores y Trabajadoras se alzó como un espacio para debate, reflexión y acción solidaria. Celebrado en La Rioja, Argentina, el evento reunió a representantes de fábricas recuperadas, cooperativas, organizaciones sociales y trabajadores académicos de toda la región para explorar cómo la autogestión puede ofrecer una alternativa viable a las fallas del capitalismo global.
Autogestión: un puente hacia «otros mundos posibles»
El lema del Encuentro fue «Reencontrarnos para debatir y pensar otros mundos posibles» y resume el espíritu de los participantes. Con representaciones de países como Argentina, Brasil, Colombia, México y Turquía, el evento no solo buscó soluciones locales, sino también fortalecer una red internacional de trabajadores que comparten desafíos comunes. La agenda incluyó temas como:
- La autogestión como práctica y proyecto alternativo.
- El impacto de la precarización y el capitalismo de plataformas.
- Economía desde una perspectiva de género.
- Educación popular y medios autogestionados.
- Producción agrícola comunitaria.
Cada tema fue analizado con profundidad, destacando la importancia de la acción colectiva y los vínculos sociales como herramientas para enfrentar crisis.
Un contexto difícil para la economía solidaria
Cabe destacar que el encuentro tuvo lugar en un panorama complejo. En Argentina, la desregulación de tarifas de servicios como luz y gas afecta gravemente a pequeñas unidades productivas. Según Marcelo Yaquet, referente de empresas recuperadas, el aumento del costo energético crea un «efecto pinza» para cooperativas y fábricas recuperadas: “Por un lado, enfrentamos costos de producción altísimos, y por el otro, una caída en el consumo que limita nuestras ventas”.
Este fenómeno no es exclusivo de Argentina. En Brasil y Colombia, las políticas de desestabilización orquestadas por sectores conservadores también ponen en riesgo los avances en la economía popular. En este contexto, el evento sirvió para compartir estrategias y reforzar la solidaridad regional.
Cooperativismo: una herramienta transformadora
Uno de los pilares del Encuentro fue el reconocimiento del cooperativismo como alternativa económica y social. Weimar Guarín Pamplona, de Vía Campesina (Colombia), destacó: “Este Encuentro muestra que podemos apoyarnos entre países, porque enfrentamos problemas y necesidades similares.”
Se subrayó la necesidad de revisar conceptos tradicionales como el «mercado laboral» para los trabajadores autogestionados, proponiendo marcos más inclusivos que reconozcan su esfuerzo y creatividad.
Además, se discutió cómo superar el asistencialismo y fomentar una cultura de autonomía entre los trabajadores. Esto incluye la búsqueda de formas innovadoras de financiación y el desarrollo de políticas públicas que respeten las necesidades de las comunidades productivas.
La perspectiva de género y la innovación en la autogestión
De igual modo, la agenda abordó el papel de las mujeres en la economía de los trabajadores. Eva Verde, integrante de la FPDS-MECOPO, enfatizó la importancia de visibilizar las experiencias de las trabajadoras en un sistema que sigue siendo desigual.
Por otro lado, se destacó el potencial de la educación popular y la innovación tecnológica para fortalecer los proyectos autogestionados. En palabras de Andrés Ruggeri, del Programa Facultad Abierta, estas herramientas no solo modernizan la producción, sino que también generan vínculos sociales y culturales más sólidos.
Construyendo «otros mundos posibles» desde el trabajo colectivo
El Encuentro concluyó con un llamado claro: la autogestión y la economía solidaria no son solo respuestas a las crisis, sino caminos hacia un futuro más justo y sostenible. A través de la colaboración internacional, el apoyo mutuo y la creatividad, los trabajadores pueden desafiar las reglas del capitalismo tradicional y construir sistemas que prioricen el bienestar social.
Para quienes participaron en el Encuentro, quedó claro que la transformación requiere no solo voluntad política, sino también un compromiso profundo con la acción colectiva.
Una red solidaria para el cambio
El IV Encuentro Regional Latinoamericano de Economía de los Trabajadores deja una lección valiosa: en tiempos de incertidumbre, la cooperación es la clave para resistir y construir alternativas. Mientras las cooperativas y fábricas recuperadas enfrentan retos cada vez mayores, este evento refuerza la esperanza de que, unidos, es posible pensar y construir otros mundos posibles.
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