El Banco de México informó que el envío de remesas cayó un 4.6% anual en mayo, sumando 5,360 millones de dólares. Esta segunda caída consecutiva enciende focos rojos sobre la estabilidad de uno de los principales pilares de la economía familiar en el país.
Una señal de advertencia ha sonado para la economía de millones de hogares en México. El Banco de México (Banxico) reveló en su informe más reciente que los ingresos por remesas, el dinero que los migrantes envían a sus familias, totalizaron 5,360 millones de dólares en mayo, lo que representa una caída del 4.6% en comparación con el mismo mes del año anterior.
Este dato es particularmente preocupante porque marca el segundo mes consecutivo de descenso, una tendencia que no se observaba en años. En el acumulado de enero a mayo de 2025, la disminución es del 3.0%, lo que sugiere que no se trata de un hecho aislado, sino de una posible nueva realidad para este flujo vital de capital.
Sugerencia: Gráfica descendente que muestre la caída de las remesas en los últimos meses, con un fondo de manos recibiendo billetes de dólar.
¿Qué hay detrás de la caída? El análisis de los expertos
Analistas de instituciones financieras como BBVA y Citibanamex han descartado las explicaciones más simplistas. Contrario a lo que podría pensarse, el descenso no parece estar directamente ligado a un endurecimiento general de las políticas migratorias en Estados Unidos, ya que otros países de Centroamérica y el Caribe, como Guatemala y Honduras, están registrando aumentos históricos en la recepción de remesas.
Esto sugiere que el problema es específico de México. Los expertos apuntan a una combinación de dos factores principales:
* Incertidumbre política y fiscal: La amenaza constante de la administración Trump de imponer un impuesto a las remesas enviadas por migrantes no documentados genera miedo e incertidumbre. Ante el riesgo de que su dinero sea gravado, muchos migrantes podrían estar optando por enviar menos, esperar, o buscar canales informales y no rastreables, como llevar el dinero en efectivo.
* El «súper peso»: La fortaleza del peso mexicano frente al dólar, si bien tiene beneficios macroeconómicos, reduce el poder de compra de las remesas. El mismo dólar enviado desde Estados Unidos compra menos productos y servicios en México que hace un año. Esto puede desincentivar los envíos o reducir su frecuencia.
El impacto real en el bolsillo de las familias
Esta caída del 4.6% no es solo una cifra en un reporte económico. Para millones de familias en estados como Michoacán, Guerrero y Oaxaca, cuya economía depende en gran medida de este dinero, significa una reducción directa en su capacidad para comprar alimentos, pagar la vivienda, la educación de sus hijos y acceder a servicios de salud. Las remesas son un motor de consumo interno y un amortiguador contra la pobreza que ahora muestra signos de debilidad. La bonanza de las remesas que México experimentó durante años podría estar llegando a un punto de inflexión. La caída de este pilar económico es un llamado de atención sobre la vulnerabilidad de la economía familiar mexicana ante las decisiones políticas y las fluctuaciones económicas del país vecino


TE PODRÍA INTERESAR