Milan toma el liderato de la Serie A con una victoria de carácter ante Napoli
La temporada 2024-25 quedó atrás, marcada por decepciones, errores tácticos y un vestuario roto. Pero en este nuevo ciclo, el AC Milan ha comenzado a escribir una historia distinta. El capítulo más reciente se vivió en San Siro, donde el conjunto de Massimiliano Allegri venció con sufrimiento al Napoli 2-1 y se colocó en la cima de la Serie A. Más allá del resultado, la victoria representa un mensaje de ambición: este Milan quiere volver a ser protagonista.
El fantasma del pasado quedó atrás
La llegada de Allegri trajo consigo una estructura renovada, una mentalidad más sólida y una estrategia más agresiva sin perder equilibrio. Luego de una dolorosa campaña anterior, los rossoneri necesitaban un cambio de timón. El triunfo ante Napoli, uno de los rivales más exigentes de la liga, no solo deja tres puntos, sino una sensación de renovación y convicción.
Christian Pulisic: el motor del Milan
Solo habían pasado tres minutos cuando Christian Pulisic comenzó a inclinar la balanza. El estadounidense se escapó por la banda izquierda, recortó con clase y envió un centro que dejó descolocada a toda la defensa napolitana. Alexis Saelemaekers, oportuno como pocas veces, remató de primera para el 1-0. La tribuna de San Siro estalló. Era el Milan de Allegri: directo, veloz y contundente.
No tardó mucho para que el propio Pulisic se hiciera presente en el marcador. A la media hora de juego, Strahinja Pavlović desbordó por la izquierda y centró hacia Youssouf Fofana, quien con inteligencia dejó el balón servido para que Pulisic definiera con clase. 2-0 y dominio absoluto.
Un segundo tiempo de sufrimiento
Pero como suele ocurrir en los grandes partidos, el drama no podía faltar. Pervis Estupiñán vio la tarjeta roja al 56′, dejando al Milan con uno menos. La tensión se apoderó del estadio. El Napoli, herido pero no vencido, comenzó a presionar con fuerza. Cuatro minutos después, Kevin De Bruyne marcó desde los once pasos y acortó distancias. El 2-1 cambió el ritmo del encuentro.
Fue entonces cuando Allegri mostró su experiencia. Ordenó las líneas, reforzó la defensa y confió en el sacrificio colectivo. El Napoli no dejó de intentar, pero se topó con un bloque compacto, liderado por un Mike Maignan seguro bajo los tres palos. La expulsión no quebró al Milan; lo hizo más fuerte.
Santiago Giménez: sin gol, pero con confianza
Uno de los focos del encuentro era la presencia de Santiago «Bebote» Giménez en el once titular. El mexicano venía de marcar a media semana en Copa Italia y esperaba extender su buena racha. Sin embargo, en esta ocasión no logró encontrarse con el gol. Fue sustituido tras el penal de De Bruyne, pero su titularidad ratifica la confianza que Allegri tiene en su capacidad y entrega, algo que puede ser clave en el desarrollo de la temporada.
Una cima compartida con sabor a victoria
Con este resultado, el Milan alcanza los 12 puntos, los mismos que el Napoli, pero con mejor diferencia de goles. Este detalle le permite tomar el liderato provisional de la Serie A, una señal de que los rossoneri están listos para competir por todo. Su siguiente prueba será mayúscula: visitan a la Juventus en el Allianz Stadium, un duelo que podría consolidar su posición como favoritos al título.
El Napoli, entre lamentos y calendario apretado
Del otro lado, el Napoli no tuvo una mala actuación, pero pagó caro sus errores defensivos. La combinación entre juventud e inestabilidad en el medio campo permitió que el Milan construyera ventajas que, aunque mínimas, resultaron definitivas. Ahora deberán pasar la página rápidamente: el miércoles reciben al Sporting Lisboa en la Champions League, un partido clave para mantener sus aspiraciones europeas.
Allegri, Pulisic y un Milan que vuelve a creer
La era Allegri en este nuevo ciclo ha empezado con pie firme. Con cinco victorias en seis partidos, el Milan muestra signos de madurez, creatividad ofensiva y resistencia táctica. Pulisic se consolida como líder en el campo, no solo por sus goles y asistencias, sino por su visión de juego y capacidad para romper líneas.
Los aficionados rossoneri tienen motivos para ilusionarse. San Siro vuelve a ser un fortín y el equipo responde, incluso con un hombre menos. Ya no se trata solo de nombres o fichajes; hay una identidad en formación, una estructura que recuerda a los años de gloria.
El Milan de Allegri está listo para la batalla
Este triunfo ante el Napoli no es una casualidad ni un golpe de suerte. Es el resultado de trabajo táctico, talento individual y hambre de victoria. La expulsión de Estupiñán, el penal de De Bruyne y el asedio constante del Napoli no pudieron doblegar a un equipo que aprendió de su caída pasada.
El Milan está de regreso. No como promesa, sino como realidad. Y si el liderazgo se mantiene, este equipo puede escribir un nuevo capítulo dorado en su historia.
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