México eliminado Mundial Sub-17 se convirtió en la noticia que marcó la jornada futbolística luego de la dolorosa derrota por 0-5 frente a Portugal en los Octavos de Final del certamen internacional disputado en Qatar. La Selección Mexicana llegó con ilusión, pero terminó viviendo una tarde fatídica repleta de errores, expulsiones y un claro dominio europeo que dejó al Tri sin opciones reales de competir.
Con dos tarjetas rojas, desconexiones tácticas y fallas individuales, el equipo dirigido por Carlos Cariño quedó fuera del torneo con una de las derrotas más duras en su historia dentro de la categoría.
Desde el inicio, el encuentro mostró un panorama complicado para los mexicanos. A pesar de los intentos por mantener orden defensivo, los portugueses impusieron condiciones rápidamente lo que termino con México eliminado.
El planteamiento inicial quedó comprometido por las bajas acumuladas debido a tarjetas amarillas, lo que obligó al cuerpo técnico a modificar su alineación titular. La falta de continuidad en el sistema afectó de manera directa el rendimiento colectivo del equipo, que no encontró claridad ni contundencia para competir al nivel requerido.
Uno de los momentos determinantes del partido fue la expulsión de José Navarro, quien vivía su debut en el torneo. El juvenil mexicano cometió un penal imprudente sobre Cunha, acción que el árbitro no dudó en sancionar. Rafael Quintas convirtió desde los once pasos al minuto 15’, poniendo en ventaja a Portugal y obligando al Tri a remar contracorriente. Esta situación complicó aún más la postura del equipo nacional, que ya mostraba dificultades para salir jugando y generar peligro en campo rival por lo que quedó México eliminado.
México eliminado Mundial Sub-17: expulsiones y errores decisivos
A medida que avanzaban los minutos, México eliminado con lo que mostró incapacidad para sacudirse el dominio europeo. Los lusos no solo controlaban el balón, sino también los tiempos del partido. El Tri tuvo pocas opciones ofensivas y sufrió cada recuperación de Portugal, que imponía velocidad, presión alta y orden táctico. La segunda gran tragedia para los mexicanos llegó al minuto 35, cuando Navarro fue expulsado tras un codazo sobre un rival. Con un hombre menos y sin claridad en ataque, las posibilidades del equipo nacional se desplomaron.
Los portugueses, por su parte, mantuvieron la calma, aumentaron su intensidad y aprovecharon cada error mexicano. El inicio del segundo tiempo confirmó la tendencia: Anisio Cabral, máximo goleador del torneo, superó con facilidad a la defensa mexicana al minuto 48 para marcar el 2-0. Este golpe terminó por desestabilizar emocionalmente al Tri, que intentó reacomodarse con cambios en la línea defensiva y en el mediocampo, aunque sin éxito.
Durante poco más de 30 minutos, aunque el resultado fue México eliminado logró contener parcialmente los ataques portugueses. Sin embargo, la diferencia en calidad técnica, orden táctico y lectura de juego fue evidente. Aunque los jugadores mexicanos mostraron entrega y esfuerzo, la estructura del equipo no pudo sostener la presión europea.
Humillación final y despedida: tres goles en cuatro minutos
La etapa final del partido que no pudo cambiar el final de México eliminado mostró la peor cara del Tri en este Mundial. Entre cansancio, desconcentración y errores defensivos, Portugal aprovechó cada oportunidad que tuvo. Al minuto 81, Zeega marcó el 3-0 tras una jugada colectiva que dejó expuesta la fragilidad mexicana. Apenas dos minutos después, Miguel Figueiredo amplió la diferencia a 4-0, aprovechando la desorganización total de la zaga tricolor.
El golpe definitivo llegó al minuto 85 cuando Yoan Pereira anotó el quinto tanto para el conjunto europeo. Este tramo del encuentro representó la parte más dolorosa para la afición mexicana, que observó cómo en cuestión de minutos se consumaba una derrota histórica que dejó al Tri sin argumentos para competir.
Para cerrar una tarde completamente desastrosa escena de México eliminado, el guardameta Santiago López fue expulsado al minuto 88 tras arrollar a un jugador portugués al intentar cortar una jugada de peligro. Esta segunda expulsión dejó aún más expuesto al equipo y evidenció la frustración acumulada por un partido marcado por errores y desconexiones.
Los minutos finales solo confirmaron lo inevitable: México eliminado Mundial Sub-17 sin capacidad de reacción, sin claridad táctica y sin respuestas a la superioridad rival. Las emociones se reflejaron en los gestos de los jugadores, quienes mostraron impotencia ante la goleada y el final prematuro de su participación.
A lo largo del torneo, México solo consiguió una victoria en tiempo reglamentario y acumuló tres derrotas, un rendimiento que refleja la falta de consistencia, los problemas en su estructura defensiva y la falta de generación de juego ofensivo. Esta eliminación obliga a un análisis profundo dentro de las fuerzas básicas mexicanas, especialmente en temas de formación, competitividad internacional y toma de decisiones bajo presión.
Más allá del resultado que fue México eliminado, la actuación del Tri deja lecciones importantes. Los errores individuales en juegos decisivos, las expulsiones innecesarias y la falta de cohesión colectiva son aspectos que deberán corregirse si México aspira a recuperar protagonismo en la categoría Sub-17, donde históricamente ha sido potencia mundial.
La diferencia física y técnica entre ambos equipos fue evidente. Portugal supo aprovechar cada espacio, cada desconexión y cada pérdida de balón del Tri. La forma en que los europeos rompieron líneas, generaron superioridad numérica y ejecutaron jugadas clave reflejó una preparación mucho más sólida. Para México, el reto ahora será trabajar desde la base para competir en futuros torneos con mayor estructura, claridad y disciplina.
El desempeño mexicano deja en claro que no basta con talento individual, sino que se requiere cohesión, orden, consistencia y mentalidad competitiva. La eliminación también abre la conversación sobre la necesidad de mejorar la detección y desarrollo de jóvenes futbolistas, así como la exigencia de partidos internacionales de alto nivel previos a torneos oficiales. México eliminado Mundial Sub-17 es un golpe duro, pero también un recordatorio de la importancia de fortalecer cada eslabón del sistema de formación.
La afición mexicana, siempre apasionada y entregada, expresó su tristeza y frustración por la manera en que se dio la eliminación. No solo fue la derrota, sino la forma en que se desarrolló, con un equipo superado en todos los aspectos. Con ello, el Tri cierra su participación en Qatar, dejando más dudas que respuestas y con un futuro inmediato que exige reconstrucción, análisis y trabajo estructurado.


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