Julián Álvarez, actual figura del Atlético de Madrid, habló en una entrevista con L’Equipe sobre su pasado y los momentos que marcaron su carrera. El argentino reveló que, siendo un niño, tuvo la oportunidad de fichar por el Real Madrid, pero decidió regresar a su país por motivos familiares.
“Tuve la oportunidad de venir a Madrid cuando tenía 11 años. Entrené con el Real Madrid y ganamos un torneo en Peralada, pero para quedarme toda mi familia debía mudarse conmigo. Fue una gran experiencia, aunque era demasiado pronto”, explicó el atacante.
Hoy, Álvarez es el máximo referente ofensivo del conjunto colchonero, con nueve goles en la temporada entre LaLiga y Champions League, siete de ellos en el torneo doméstico. Su rendimiento lo ha convertido en una de las figuras más destacadas del equipo de Simeone.
Sin tatuajes y con valores firmes: “Soy tranquilo, disfruto de mi casa”
A diferencia de muchos futbolistas actuales, Álvarez confesó no tener tatuajes y mantenerse fiel a los valores inculcados por su familia: “De pequeño mi padre nos decía: ‘Nada de tatuajes, nada de cigarrillos, nada de alcohol’. No lo hago para ser distinto; simplemente no lo necesito”.
El exjugador del Manchester City también habló sobre su salida del conjunto inglés, donde la presencia de Erling Haaland limitó su protagonismo: “Tuve tiempo de juego, aunque no siempre en los partidos decisivos. Sentí que en el Atlético podía ganarme un lugar y dar lo mejor de mí”.
Su futuro sigue siendo tema de conversación en Europa, pero Julián asegura estar centrado en el Atlético: “Veo lo que se dice sobre el Barcelona o el PSG, pero ahora mi mente está en este club. Veremos qué pasa al final de la temporada”.


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