Las ganancias pilotos F1 2025 se han convertido en uno de los temas más comentados de la temporada, no solo por los resultados deportivos, sino por el impacto económico que dejó un año lleno de récords, sorpresas y contratos millonarios. El reparto de dinero entre los mejores pilotos del mundo refleja una Fórmula 1 hipercompetitiva, donde la combinación de rendimiento, bonificaciones, prestigio e imagen determina cifras realmente impresionantes.
Las ganancias pilotos F1 2025 crecieron respecto a años anteriores debido a derechos televisivos cada vez más lucrativos, acuerdos comerciales globales y un mercado de patrocinadores que sigue apostando por los pilotos más mediáticos. Y aunque Red Bull, Ferrari y Mercedes encabezan la lista de los equipos con mayor capacidad financiera, escuderías como McLaren demostraron que también pueden ofrecer paquetes competitivos cuando el rendimiento en pista acompaña.
Lando Norris es prueba de ello. El británico logró el campeonato del mundo y, aunque su sueldo base con McLaren está lejos de los equipos más ricos, las bonificaciones por título y victorias elevaron su ingreso total hasta los 30 millones de dólares. En contraste, Max Verstappen —subcampeón— volvió a encabezar la lista de sueldos con 65 millones, una cifra astronómica que mantiene al neerlandés como el piloto mejor pagado del planeta.
Ganancias pilotos F1 2025: Norris, Verstappen y la batalla económica
El caso de Norris se volvió especialmente emblemático. McLaren no forma parte del tridente económico Ferrari–Red Bull–Mercedes y, sin embargo, la consistencia del británico y el título logrado en 2025 posicionaron al equipo como un ejemplo de eficiencia salarial. Su contrato contempla un salario base cercano a los 20 millones de dólares y un esquema de bonificaciones conocido como 5/3/1: cinco millones por ganar el Mundial, tres por subcampeonato y uno por tercer lugar. A eso se suman medio millón por victoria y otros estímulos por podios.
Por su parte, Verstappen mantiene uno de los contratos más altos en la historia. Sus ganancias pilotos F1 2025 ascienden a 65 millones solamente en sueldo, sin contar acuerdos personales de patrocinio. Aunque no ganó el título, continúa siendo el rostro comercial más poderoso de la categoría, algo que Red Bull monetiza perfectamente.
Lewis Hamilton ocupa el segundo lugar en la lista con un salario de 60 millones en Ferrari, pese a no haber logrado podios este año. Su imagen global, su legado deportivo y el peso comercial de su marca personal hacen que su contrato continúe siendo de los más altos.
El impacto económico en los equipos y el mercado de pilotos
Las ganancias pilotos F1 2025 no solo dependen del rendimiento individual, sino también de la estructura financiera de los equipos. Red Bull, Ferrari y Mercedes tienen márgenes amplios para pagar cifras multimillonarias a sus estrellas, respaldados por patrocinadores premium y una fuerte presencia comercial. Sin embargo, McLaren, Aston Martin y equipos de media tabla también comenzaron a invertir más agresivamente en contratos competitivos, buscando retener talento.
El ascenso económico de Oscar Piastri es un ejemplo claro. El australiano finalizó tercero en el campeonato y, gracias a sus siete victorias, terminó el año con ganancias cercanas a los 10 millones, muy por encima de los 6 millones estipulados en su contrato base. Su proyección continúa al alza y ya se habla de futuras renovaciones con cifras que podrían duplicarse si mantiene su rendimiento.
Fernando Alonso, con 20 millones en Aston Martin, sigue siendo uno de los pilotos mejor pagados a pesar de tener una temporada irregular. Su influencia mediática, experiencia y capacidad de desarrollo justifican un salario que lo mantiene dentro del top cinco de la categoría.
Otro caso interesante es el de Charles Leclerc, quien con 34 millones se posiciona como un pilar fundamental en Ferrari. A diferencia de Hamilton, su rendimiento sí estuvo acompañado por podios y consistencia, lo que refuerza su valor dentro del equipo italiano.
El efecto de los patrocinadores en las ganancias
Un factor clave en las ganancias pilotos F1 2025 son los bonos activados por los patrocinadores. La mayoría de las marcas que respaldan a las escuderías incluyen cláusulas especiales por victorias, podios o títulos. McLaren, por ejemplo, no tuvo que realizar grandes ajustes en su presupuesto pese al campeonato de Norris, ya que gran parte de los pagos extra provienen de acuerdos comerciales activados automáticamente.
En otros casos, como Mercedes o Ferrari, los contratos de patrocinio están diseñados para sostener sueldos altos incluso en temporadas sin grandes resultados. Es por esto que Hamilton, pese a un 2025 complicado, mantiene un salario que supera al de la mayoría de la parrilla.
Una parrilla cada vez más desequilibrada económicamente
Las diferencias entre los sueldos más altos y los más bajos también reflejan la desigualdad económica de la F1 moderna. Mientras Verstappen gana 65 millones, pilotos como Liam Lawson o Oliver Bearman apenas superan el millón anual. Isak Hadjar, uno de los rookies, podría ganar entre 750 mil y un millón, dependiendo de sus bonificaciones.
Esta brecha genera debates constantes dentro del paddock. Aunque la F1 discute la posibilidad de establecer un tope salarial, todavía no existe consenso. Los equipos grandes se resisten porque consideran que la libertad salarial es parte de su estrategia competitiva, mientras que las escuderías pequeñas verían en un límite una oportunidad de equilibrar su gasto.
¿Qué esperar para la temporada 2026?
Las ganancias pilotos F1 2025 establecen un precedente para lo que podría venir en 2026. Con nuevas regulaciones técnicas, algunos equipos podrán renegociar contratos, y pilotos que ahora ganan cifras modestas podrían escalar rápidamente si sus resultados mejoran.
Norris seguramente buscará un aumento, Verstappen seguirá siendo el mejor pagado y pilotos jóvenes como Antonelli, Bearman o Hadjar dependerán de su evolución en pista. La Fórmula 1 se mantiene como una de las disciplinas deportivas con las mejores remuneraciones del mundo, impulsada por el espectáculo global que genera cada temporada.
La tendencia apunta a contratos más flexibles, mayores bonificaciones por rendimiento y una competencia financiera tan intensa como la que se vive en la pista. Y mientras las estrellas sigan brillando, las cifras seguirán creciendo.


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