Cruz Azul gana, pero deja dudas: la Máquina venció 3-2 a Santos
El estadio Olímpico Universitario fue testigo de una victoria sufrida, de esas que dejan la sensación de alivio y preocupación al mismo tiempo. Cruz Azul venció 3-2 a Santos en la quinta jornada del Apertura 2025, un triunfo que lo colocó en la parte alta de la tabla, pero que evidenció una vez más sus debilidades defensivas.
La Máquina de Nicolás Larcamón parece decidida a escribir su propia historia, lejos de aquel equipo que se caracterizaba por la solidez en el arco y los récords sin recibir gol. Hoy, el Cruz Azul es un equipo agresivo y ofensivo, pero también vulnerable en su última línea.
El inicio prometedor y los errores que revivieron a Santos
El duelo comenzó con un dominio absoluto del cuadro celeste. Al minuto 16, Carlos Rodríguez adelantó a la Máquina, encendiendo a los más de 15 mil aficionados presentes. Poco después, Ignacio Rivero, el capitán, amplió la ventaja al 34 con un disparo certero que parecía encaminar la victoria.
Sin embargo, la tranquilidad nunca llegó. Santos, que había sufrido la expulsión de Ramiro Sordo al minuto 40, encontró espacios en una defensa desconcentrada. Primero, Bruno Barticciotto anticipó a la zaga para empatar 1-1 al 32. Después, Cristian Dájome aprovechó un error de marca para igualar nuevamente el marcador 2-2 al 47.
La historia del partido giró alrededor de las fallas defensivas de Cruz Azul, un fantasma que lo persigue desde el inicio del torneo.
El gol salvador y la afición dividida
El desahogo celeste llegó al minuto 82 gracias a Gabriel “Toro” Fernández, quien firmó el 3-2 definitivo. La Máquina celebró, pero la afición no se marchó satisfecha. Entre aplausos y reproches, los seguidores cruzazulinos dejaron claro que el triunfo no borra la preocupación por la fragilidad defensiva del equipo.
Nicolás Larcamón y el nuevo libreto de Cruz Azul
Larcamón llegó con la promesa de un equipo agresivo, dinámico y con personalidad. Y si bien su Cruz Azul suma tres victorias consecutivas y ocupa la segunda posición, todavía no logra consolidar una defensa sólida.
El estratega argentino tiene como reto devolverle a la Máquina el equilibrio que en torneos pasados lo hizo candidato al título: ser un equipo que ataca con intensidad pero que también sabe cerrar espacios atrás. La solidez de arqueros como Kevin Mier, uno de los mejores porteros del campeonato anterior, deberá ser nuevamente un pilar para que la Máquina aspire a más.
Una Máquina que emociona y preocupa
El presente de Cruz Azul refleja dos caras:
- La positiva: un equipo que gana, emociona y se mete en la pelea por los primeros lugares.
- La negativa: una defensa frágil que concede oportunidades al rival y mantiene en tensión a su afición.
El torneo apenas comienza, pero la pregunta es clara: ¿será este Cruz Azul capaz de combinar espectáculo con seguridad defensiva para volver a soñar con la novena estrella?


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