Álvaro Fidalgo, más cerca que nunca del Tri: el sueño que ya tiene fecha
La historia de Álvaro Fidalgo con México ha dejado de ser una simple especulación para convertirse en una realidad que solo necesita tiempo. El mediocampista español, figura del América y uno de los futbolistas más técnicos de la Liga MX, ya aceptó la invitación formal para integrarse a la Selección Mexicana. Sin embargo, las reglas de elegibilidad de la FIFA marcan un calendario preciso que determina cuándo podrá vestir la camiseta verde.
El trámite avanza, pero la paciencia será clave. La dirigencia del Tri y el cuerpo técnico encabezado por Javier Aguirre aguardan el momento en que Fidalgo pueda ser registrado oficialmente como jugador seleccionable. Su caso no es inmediato, pero sí irreversible: México ya lo considera parte del proyecto rumbo al Mundial de 2026.
La fecha marcada por la FIFA: el 26 de marzo de 2026
Según el reglamento internacional, un jugador naturalizado debe cumplir cinco años de residencia ininterrumpida en el país que desea representar. En el caso de Álvaro Fidalgo, ese plazo se cumple hasta el 26 de marzo de 2026, fecha que marcará oficialmente su elegibilidad.
Esto significa que el mediocampista no podrá participar en los microciclos de enero ni en las concentraciones del primer trimestre de 2026. Su debut potencial con la Selección Mexicana podría darse en la Fecha FIFA del 23 al 31 de marzo de ese año, cuando México planea disputar un partido de reinauguración del Estadio Azteca ante Portugal, en un encuentro que promete simbolismo y espectáculo.
Un jugador que encaja en la idea de Javier Aguirre
El interés de Javier Aguirre por Fidalgo no es casualidad. El técnico del Tri busca futbolistas con inteligencia táctica, visión de campo y precisión en la circulación del balón, y Fidalgo cumple con todas esas cualidades. Su estilo recuerda al de los mediocentros organizadores europeos, capaces de dar ritmo al juego y enlazar líneas con serenidad.
En América, Fidalgo se ha consolidado como uno de los pilares del proyecto azulcrema. Su liderazgo silencioso, su constancia y su capacidad para ejecutar transiciones rápidas lo convierten en un mediocampista ideal para el esquema de Aguirre, que busca combinar dinamismo con control.
Por qué México lo quiere: sus números en la Liga MX
En las últimas tres temporadas, Álvaro Fidalgo se ha ganado el respeto del fútbol mexicano a base de rendimiento. Sus estadísticas lo respaldan: top 5 en pases completados por partido entre mediocampistas de la Liga MX, líder en progresión de balón en el América y con un promedio de más de 1.6 ocasiones creadas por encuentro.
Además, su participación en goles ha sido constante, tanto en asistencias como en la creación previa a las jugadas clave. Su lectura de juego y su capacidad para mantener la posesión bajo presión lo han convertido en una pieza estratégica dentro del mediocampo americanista.
La visión del Tri: un organizador que hace falta
El Tri busca desde hace años un mediocampista con perfil de constructor, capaz de dictar el ritmo de los partidos y ofrecer soluciones ante equipos que se repliegan. En ese sentido, Fidalgo representa una alternativa natural a la carencia de un interior con mentalidad europea y vocación ofensiva.
Con su experiencia en las inferiores del Real Madrid y su madurez adquirida en el fútbol mexicano, el español encaja como una solución a mediano plazo. Su futura incorporación, además, simboliza la apertura del Tri hacia una generación mixta, donde naturalizados y formados en México conviven bajo una misma identidad futbolística.
Un futuro marcado por la espera y la expectativa
Aunque el debut de Fidalgo aún tardará en llegar, la expectativa crece cada día. La afición mexicana lo reconoce como uno de los extranjeros más comprometidos con la liga, y su deseo de representar a México ha generado una conexión genuina con el público.
El calendario marca marzo de 2026 como el inicio de una nueva etapa para el Tri, y Álvaro Fidalgo podría ser uno de los protagonistas de esa historia. Entre tanto, seguirá liderando al América con la misma entrega que lo ha convertido en símbolo de constancia y profesionalismo.
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