lunes, diciembre 29, 2025

El ‘exercise snacking’ reduce tu riesgo de cáncer en solo 3 minutos

La falta de tiempo ya no es excusa para no hacer ejercicio. Una nueva investigación científica demuestra que «picar» ejercicio en ráfagas de apenas unos minutos al día tiene un impacto drástico en la prevención del cáncer.

Para millones de personas, la principal barrera para mantener una rutina de ejercicio regular es la falta de tiempo. Entre el trabajo, la familia y las responsabilidades diarias, la idea de dedicar una hora al gimnasio parece un lujo inalcanzable. Sin embargo, un nuevo y revolucionario concepto respaldado por la ciencia está desafiando esta noción: el «exercise snacking» o «picar ejercicio». Y sus beneficios son demasiado grandes para ser ignorados.

Un estudio innovador de la Universidad de Sídney ha revelado que realizar pequeñas ráfagas de actividad física vigorosa durante tan solo 3.5 minutos al día puede reducir el riesgo total de cáncer entre un 17% y un 18%. Este hallazgo sugiere que no es necesario realizar largas sesiones de entrenamiento para obtener beneficios significativos para la salud, abriendo una puerta para que casi cualquier persona pueda incorporar actividad física efectiva en su vida.

¿Qué es el ‘Exercise Snacking’?

El término «exercise snacking» se refiere a la práctica de dividir el ejercicio en múltiples bloques cortos y manejables a lo largo del día, en lugar de una única sesión prolongada. La clave es la intensidad: deben ser actividades vigorosas que eleven el ritmo cardíaco y te dejen sin aliento.

«Puede que no tengas tiempo para hacer ejercicio durante una hora, tres veces por semana, pero ¿puedes encontrar 10 minutos al día para moverte de una manera que disfrutes?», explica Jonny Kibble, Jefe de Ejercicio y Actividad Física de Vitality. El concepto se basa en la idea de que pequeños estímulos frecuentes pueden ser tan efectivos, o incluso más, que un único estímulo largo.

Ejemplos de «exercise snacking» incluyen:

  • Subir varios tramos de escaleras a un ritmo rápido.
  • Hacer una serie de sentadillas, flexiones o saltos de tijera durante una pausa en el trabajo.
  • Correr en el sitio o hacer burpees durante los anuncios de televisión.
  • Cargar las compras del supermercado desde el coche a casa a un paso rápido.
  • Jugar de forma enérgica con los hijos o mascotas.

La ciencia detrás de los beneficios

La obesidad es el segundo mayor factor de riesgo de cáncer después del tabaquismo, estando relacionada con 13 tipos diferentes de cáncer. Mantener un peso saludable a través de la actividad física es, por lo tanto, una estrategia de prevención crucial.

El estudio de la Universidad de Sídney no está solo en sus conclusiones. Una investigación interna de la aseguradora Vitality encontró resultados igualmente sorprendentes. Las personas que daban 10,000 pasos, tres veces por semana durante tres años, vieron una reducción del 19% en el riesgo de cáncer en etapa 3 y del 36% en etapa 4. Esto refuerza la idea de que la consistencia en la actividad física, incluso si es de intensidad moderada como caminar, tiene un poderoso efecto protector.

«Concéntrate en las pequeñas victorias y en lo que puedes hacer, en lugar de en lo que no puedes. Cada movimiento cuenta.» – Jonny Kibble, experto en actividad física.

El ejercicio, incluso en ráfagas cortas, impacta positivamente en el cuerpo de varias maneras que pueden reducir el riesgo de cáncer:

  • Mejora la función inmunológica: La actividad física puede potenciar la capacidad del sistema inmunitario para detectar y destruir células anormales.
  • Reduce la inflamación: La inflamación crónica está vinculada al desarrollo de cáncer. El ejercicio regular ayuda a reducir los niveles de inflamación en el cuerpo.
  • Regula las hormonas: El ejercicio ayuda a controlar los niveles de hormonas como la insulina y el estrógeno, cuyos niveles elevados se han asociado con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer.
  • Mantiene un peso saludable: Al quemar calorías y construir músculo, el ejercicio ayuda a prevenir la obesidad, un factor de riesgo clave.

Cómo incorporar el ‘Exercise Snacking’ en tu rutina

La belleza de este enfoque es su flexibilidad. No requiere equipo especial, ropa de gimnasia ni una gran inversión de tiempo.

  • Para quienes trabajan en oficina o desde casa:
  • Crea un «falso viaje al trabajo» dando un paseo rápido de 5 minutos antes de empezar y al terminar tu jornada.
  • Establece una alarma cada 45-60 minutos para levantarte, estirarte y moverte por la casa o la oficina.
  • Aprovecha las llamadas telefónicas para caminar en lugar de estar sentado.
  • Durante las tareas diarias:
  • Aparca más lejos de la entrada de la tienda para caminar más.
  • Elige siempre las escaleras en lugar del ascensor.
  • Acelera el ritmo mientras haces la limpieza del hogar.
  • En el tiempo de ocio:
  • Realiza una serie de ejercicios durante cada pausa publicitaria de tu programa favorito.
  • Pon música y baila enérgicamente durante una o dos canciones.

La clave es cambiar la mentalidad de que el ejercicio debe ser un evento programado y prolongado. Cada pequeño esfuerzo cuenta y, como demuestra la ciencia, la suma de estos «snacks» de movimiento puede tener un impacto profundo y salvador en nuestra salud a largo plazo. Tres minutos y medio al día ya no es una cuestión de tiempo, sino de decisión.

Owen Michell
Owen Michell
Owen Michell es nuestro editor especializado en noticias digitales, con un profundo conocimiento en identificar tendencias y desarrollar contenido de consulta. Su experiencia en el panorama digital le permite brindar información relevante y atractiva para nuestra audiencia. Su pericia en el ámbito de las noticias digitales contribuye a la autoridad y actualidad de nuestro sitio.
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