El envejecimiento no solo afecta la apariencia física; transforma profundamente el sistema inmunitario, debilitando la defensa frente a infecciones y promoviendo enfermedades crónicas. Este fenómeno, conocido como inflammaging, es una inflamación crónica de bajo grado que altera la capacidad de respuesta del organismo y contribuye al deterioro general.
Investigadores de instituciones líderes en biomedicina, como los destacados en Nature Aging, estudian cómo el sistema inmunológico envejecido puede convertirse en un indicador clave para la medicina personalizada y la predicción de enfermedades. A partir de biomarcadores de inflamación y modelos predictivos, es posible anticipar riesgos y diseñar terapias adaptadas a cada individuo.
Inflammaging y acumulación de células senescentes
El proceso de inflammaging se caracteriza por un nivel sostenido de inflamación que deteriora la comunicación entre células inmunes y tejidos. La acumulación de células senescentes, dañadas y poco funcionales, favorece la aparición de enfermedades como diabetes, demencia, artrosis, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
El cardiólogo argentino Oscar Cingolani, de la Universidad Johns Hopkins, explica que la detección temprana y control del inflammaging podría marcar la diferencia entre una vejez saludable y un envejecimiento con múltiples patologías.
Relojes biológicos y medicina personalizada
El estado del sistema inmunológico funciona como un reloj biológico, capaz de estimar la edad real y riesgo de enfermedad de una persona. Cada individuo envejece de manera distinta, influido por genética, estilo de vida y ambiente. Por ello, los tratamientos personalizados basados en biomarcadores y modelos predictivos representan la frontera de la medicina del futuro.
La inteligencia artificial puede facilitar la interpretación de estos datos, optimizando terapias que incluyan desde vacunas adaptadas hasta estrategias antienvejecimiento. Intervenciones como la restricción calórica, ejercicio regular y dieta equilibrada también contribuyen a retrasar el envejecimiento inmunológico, mejorando la calidad de vida.
Estudios internacionales y evidencia científica
Investigaciones recientes compararon perfiles de inflamación en casi 2,900 personas de cuatro cohortes: Italia, Singapur, Bolivia y Malasia. Los resultados evidencian que inflammaging es más marcado en sociedades industrializadas, mientras que en comunidades indígenas no aparece de forma significativa, destacando el impacto del estilo de vida y el entorno en la salud inmunológica.
Asimismo, el aumento de enfermedades autoinmunes en personas mayores subraya la complejidad del envejecimiento inmunológico: mantener un equilibrio entre actividad inmune y prevención de daños es esencial para prolongar la vida saludable.
El futuro de la medicina personalizada basada en inmunidad
El sistema inmunológico ofrece una vía accesible y prometedora para intervenir en el envejecimiento. Ensayos clínicos que evalúan vacunas, terapias antienvejecimiento y estrategias de control de inflamación permitirán adaptar tratamientos a cada perfil individual.
“Todos los mecanismos estudiados tienen como objetivo generar efectos antiinflamatorios moleculares para lograr una longevidad saludable”, explica el genetista Jorge Dotto, destacando el papel de la alimentación, ejercicio y calidad de sueño como factores clave en la prevención de enfermedades.
La investigación en envejecimiento inmunológico promete transformar la medicina, ofreciendo tratamientos personalizados que permitan a las personas vivir más años con mejor salud y bienestar.


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