lunes, diciembre 29, 2025

Microplásticos en tu sangre: la amenaza invisible ya está dentro

Ya no es una teoría, es un hecho científico. Pequeñas partículas de plástico, provenientes de envases, ropa y contaminación, han sido detectadas en la sangre, los pulmones e incluso la placenta humana. La pregunta ya no es si estamos expuestos, sino qué le están haciendo a nuestro cuerpo.

Una preocupante realidad, antes relegada a los océanos y la vida marina, ha cruzado la última frontera: el cuerpo humano. Investigadores de todo el mundo han confirmado la presencia de microplásticos (MP) —fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros— en los lugares más íntimos de nuestra biología. Han sido hallados en el torrente sanguíneo, el tejido pulmonar profundo, la leche materna y hasta en la placenta, demostrando que estas partículas omnipresentes pueden infiltrarse y viajar por nuestro organismo.

Este descubrimiento, detallado en múltiples revisiones científicas, ha encendido las alarmas en la comunidad médica y de salud pública. La exposición ya no es una hipótesis; es una certeza. Ahora, la investigación se centra en descifrar los efectos a largo plazo de esta contaminación interna, que se asocia con inflamación, disrupción hormonal y daño celular.

¿Cómo llegan los microplásticos a nuestro interior?

Los microplásticos se generan por la degradación de objetos de plástico más grandes o se fabrican intencionadamente (como las microesferas en algunos cosméticos antiguos). Entran en nuestro cuerpo principalmente por dos vías :

  •  Ingestión: Es la vía principal. Los MP se han encontrado en una asombrosa variedad de productos:
  •  Agua embotellada: Estudios sugieren que contiene niveles significativamente más altos de MP que el agua del grifo.
  •   Alimentos: Mariscos, sal, azúcar, miel y cerveza pueden contener MP. También pueden transferirse desde los envases de plástico, especialmente al calentarlos.
  •   Polvo doméstico: El polvo que se asienta en la comida puede estar cargado de fibras plásticas de alfombras, muebles y ropa.
  •  Inhalación: Respiramos fibras plásticas liberadas por textiles sintéticos (poliéster, nylon), el desgaste de los neumáticos y el polvo urbano. Estas partículas pueden alojarse en los pulmones, causando inflamación.

Los riesgos para la salud que investiga la ciencia

Aunque la investigación en humanos está en sus primeras etapas, los estudios en laboratorio (in vitro) y en animales (in vivo) apuntan a varios mecanismos de daño potencial:

  •  Inflamación y estrés oxidativo: La presencia de partículas extrañas puede desencadenar una respuesta inmune, causando inflamación crónica de bajo grado, un factor subyacente en muchas enfermedades crónicas. También pueden generar estrés oxidativo, dañando las células.
  •  Toxicidad Química: Los plásticos no son inertes. Contienen aditivos químicos como ftalatos y bisfenoles (disruptores endocrinos) que pueden liberarse en el cuerpo, alterando el sistema hormonal y afectando la reproducción y el metabolismo.
  •  Vector de contaminantes: Los microplásticos actúan como esponjas, absorbiendo otros contaminantes ambientales (pesticidas, metales pesados) del entorno y transportándolos directamente a nuestros tejidos.
  •  Disfunción de órganos: Estudios en animales han relacionado la exposición a MP con daño intestinal, desequilibrio de la flora intestinal (disbiosis), toxicidad hepática y neurotoxicidad, afectando incluso la barrera hematoencefálica.

«Los efectos de los microplásticos incluyen estrés oxidativo, daño al ADN, disfunción de órganos, desorden metabólico, respuesta inmune, neurotoxicidad, así como toxicidad reproductiva y del desarrollo.» – Revisión de la revista Environment & Health.

¿Es posible reducir la exposición?

Eliminar por completo la exposición a los microplásticos es prácticamente imposible en el mundo moderno. Sin embargo, se pueden tomar medidas significativas para reducir la carga que introducimos en nuestro cuerpo:

  •  Bebe Agua del Grifo (Filtrada): Invierte en un buen filtro de agua para reducir la ingestión de MP y otros contaminantes. Evita el agua embotellada siempre que sea posible.
  •  Minimiza el Contacto de Alimentos con Plástico: Almacena y, sobre todo, calienta los alimentos en recipientes de vidrio o acero inoxidable. Evita el film transparente y los tuppers de plástico para la comida caliente.
  •  Reduce el Consumo de Alimentos Ultraprocesados: Estos suelen venir en múltiples capas de envases plásticos, aumentando el riesgo de contaminación.
  •  Aspira y Ventila tu Hogar: Usa una aspiradora con filtro HEPA para capturar el polvo cargado de fibras plásticas y ventila regularmente para mejorar la calidad del aire interior.
  •  Elige Fibras Naturales: Prefiere ropa y textiles para el hogar de algodón, lana, lino o cáñamo en lugar de materiales sintéticos como el poliéster o el acrílico.
  •  Come Menos Mariscos de Filtro: Bivalvos como mejillones y ostras tienden a acumular más microplásticos.

La creciente evidencia sobre los microplásticos en nuestro cuerpo es un llamado urgente a la acción, no solo a nivel individual, sino también para que los gobiernos y la industria implementen regulaciones más estrictas sobre la producción y gestión de los plásticos.

Paloma Franco
Paloma Franco
Paloma Franco es una editora web de gran experiencia y una autoridad en temas de México y Economía. Su amplia trayectoria en periodismo investigativo y su habilidad para crear contenido digital confiable y relevante son fundamentales para la veracidad de nuestras publicaciones. Su profundo conocimiento económico y su compromiso con la investigación periodística garantizan la máxima fiabilidad de la información.
VER MÁS
- Advertisment -

RELACIONADOS

TE PODRÍA INTERESAR