miércoles, diciembre 31, 2025

Longevidad: ¿genética o estilo de vida? La ciencia da su veredicto

Desde siempre, la humanidad se ha hecho la misma pregunta: ¿qué determina cuánto vivimos? ¿Estamos predestinados por los genes que heredamos de nuestros padres o somos los arquitectos de nuestro propio destino a través de la dieta, el ejercicio y nuestros hábitos? El debate «naturaleza vs. crianza» en el campo de la longevidad ha sido intenso, pero un nuevo y masivo estudio arroja luz contundente sobre esta cuestión.

Una investigación publicada en la prestigiosa revista Nature Medicine, que analizó datos de casi medio millón de personas del UK Biobank, ha llegado a una conclusión sorprendente: para la mayoría de las personas, el estilo de vida y los factores ambientales tienen un impacto mucho mayor en la salud y la muerte prematura que la predisposición genética.

El Veredicto de los Datos: El Poder del Entorno

El estudio cuantificó la influencia relativa de ambos factores en el riesgo de muerte por enfermedades importantes. Los resultados fueron reveladores:

  •  Los factores ambientales y de estilo de vida (como el tabaquismo, la actividad física, los ingresos y las condiciones de vida) explicaron colectivamente alrededor del 17% de la variación en el riesgo de muerte.
  •  En contraste, la predisposición genética, tal como la entendemos actualmente, explicó menos del 2% de esa variación.

Esto no significa que los genes no importen. De hecho, el estudio confirmó que la genética juega un papel dominante en el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades específicas, como las demencias y algunos tipos de cáncer (mama, ovario y próstata). Sin embargo, para las principales causas de discapacidad y muerte a nivel mundial —las enfermedades pulmonares, cardíacas y hepáticas— el entorno y los hábitos demostraron ser mucho más influyentes.

Los científicos especulan que existe un «punto de inflexión»: durante las primeras siete u ocho décadas de vida, el estilo de vida es el determinante más fuerte de la salud. Es a partir de los ochenta años cuando la genética parece jugar un papel progresivamente más importante para mantener a las personas sanas y llevarlas a edades excepcionales como los 90 o los 100 años.

«Si bien los genes juegan un papel clave en las afecciones cerebrales y algunos cánceres, nuestros hallazgos resaltan las oportunidades para mitigar los riesgos de enfermedades crónicas del pulmón, el corazón y el hígado, que son las principales causas de discapacidad y muerte a nivel mundial.» – Profesor Sir John Bell, Universidad de Oxford.

Los 8 Pilares del Estilo de Vida para una Mayor Longevidad

La buena noticia de este estudio es que gran parte de nuestro destino de salud está en nuestras manos. La ciencia ha identificado hábitos clave que, independientemente de la genética, pueden reducir drásticamente el riesgo de enfermedades crónicas y aumentar la esperanza de vida saludable. Un marco de referencia es el «Life’s Essential 8» de la American Heart Association:

  •  Comer Mejor: Adoptar una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables, como la dieta mediterránea.
  •  Ser Más Activo: Realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada por semana, además de ejercicios de fortalecimiento muscular.
  •  Dejar el Tabaco: Fumar sigue siendo la principal causa prevenible de muerte. Dejarlo es el paso más poderoso que se puede dar por la salud.
  •  Dormir lo Suficiente: Apuntar a 7-9 horas de sueño de calidad por noche. La falta de sueño está ligada a la hipertensión, el aumento de peso y el estrés.
  •  Manejar el Peso: Mantener un peso saludable reduce la carga sobre el corazón, las articulaciones y el sistema metabólico.
  •  Controlar el Colesterol: Limitar las grasas saturadas y trans para mantener niveles saludables de colesterol.
  •  Manejar la Presión Arterial: Reducir la sal, hacer ejercicio y manejar el estrés son claves para mantener la presión arterial bajo control.
  •  Reducir el Azúcar en Sangre: Limitar los azúcares añadidos y los carbohidratos refinados para prevenir la resistencia a la insulina.

Un estudio publicado en Nature encontró que cambios dietéticos específicos, como consumir menos bebidas azucaradas y carnes procesadas, y más cereales integrales y frutos secos, podrían aumentar la esperanza de vida hasta en 10 años.

La Verdad, Sin Rodeos: Tus Hábitos Escriben tu Futuro

Si bien no podemos cambiar los genes que heredamos, esta investigación nos da un poder inmenso. Demuestra que las decisiones que tomamos cada día —lo que comemos, cuánto nos movemos, si fumamos o no— tienen un peso mucho mayor en nuestra trayectoria de salud de lo que podríamos pensar.

La genética puede cargar el arma, pero el estilo de vida es, en la mayoría de los casos, quien aprieta el gatillo. La longevidad no es una lotería, es una habilidad que se puede cultivar.

Giovanna Cancino
Giovanna Cancino
Giovanna Cancino es una experimentada profesional de la comunicación, Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación. Con más de una década de trayectoria en medios impresos y digitales, se ha consolidado como reportera y editora. Su profundo conocimiento se refleja en sus colaboraciones en la sección deportiva 'Sport Judge', así como en las importantes secciones Nacional e Internacional, asegurando una cobertura fiable y relevante para nuestros lectores.
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