Viajar puede ser una experiencia transformadora, pero también un desafío para quienes desean mantener una rutina saludable. Cambios de huso horario, habitaciones de hotel pequeñas, falta de acceso a gimnasios y tiempos limitados suelen hacer que el ejercicio quede en segundo plano.
Pero la solución puede estar justo frente al espejo. Tu cuerpo es tu mejor herramienta de entrenamiento. Así lo descubrió Andrés, un consultor argentino que recorre Latinoamérica por trabajo. Al principio, abandonaba su entrenamiento por completo. Hasta que, un día en Quito, sin gimnasio ni pesas, recordó algo que su entrenador le decía: “Tu cuerpo es el gimnasio”.
Beneficios del entrenamiento sin equipamiento
Los ejercicios con peso corporal ofrecen versatilidad, eficacia y seguridad. No necesitas aparatos, solo voluntad, creatividad y unos minutos. Puedes trabajar fuerza, resistencia y movilidad sin moverte de tu habitación de hotel.
Además, los ejercicios compuestos —como sentadillas, estocadas o flexiones— activan múltiples grupos musculares, optimizando el tiempo. Perfecto para agendas apretadas o escalas entre vuelos.
Por qué el entrenamiento corporal es ideal al viajar
- No requiere equipo
- Se adapta a cualquier espacio
- Reduce riesgo de lesiones
- Mejora el estado de ánimo y reduce el jet lag
- Mantiene la disciplina y la energía alta
Como explicó la entrenadora Ani Oksayan: “El mejor equipo para ejercitarte eres tú mismo”.
Rutina completa para cualquier habitación de hotel
1. Sentadilla búlgara (3×12 por pierna)
Trabaja piernas y glúteos usando una silla.
2. Peso muerto a una pierna (3×12 por lado)
Enfocado en equilibrio y fuerza posterior.
3. Estocada inversa (3×12 por pierna)
Mejora estabilidad y fuerza funcional.
4. Estocada lateral (3×12 por lado)
Activa glúteos y aumenta movilidad.
5. Plancha (3×30-60 segundos)
Fortalece abdomen, hombros y postura.
6. Flexiones (3×10)
Escalable para todos los niveles, fortalece el torso.
7. Nadadores en prono (3×6)
Trabaja espalda alta y hombros sin impacto.
Cómo mantener la intensidad sin pesas
- Aumenta repeticiones o reduce descanso (de 30 a 15 segundos)
- Lentifica la fase de descenso del movimiento
- Añade variaciones pliométricas (saltos o explosividad)
- Cambia el orden o combina ejercicios en circuito
Estas adaptaciones mantendrán el estímulo incluso sin sobrecarga externa.
La historia de Andrés: disciplina en movimiento
Desde que adoptó esta rutina, Andrés entrena en su habitación antes de cada jornada laboral. No solo se siente más fuerte, sino más enfocado y menos afectado por el estrés del viaje.
“Ya no necesito gimnasio. Solo necesito 20 minutos, mi cuerpo… y compromiso”, dice mientras se alista para su próximo vuelo.


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