Cuando Pedro comenzó a sufrir acidez crónica y dolores persistentes en el estómago, lo atribuyó al estrés. Tras meses de malestar, finalmente acudió a un especialista. El diagnóstico lo tomó por sorpresa: Helicobacter pylori, una bacteria que más de la mitad de la población mundial contrae sin saberlo y que podría derivar en cáncer de estómago si no se trata.
Un estudio reciente publicado en Nature Medicine pone cifras concretas a lo que muchos médicos intuían: el 76% de los casos de cáncer gástrico podrían prevenirse si se detecta y elimina esta infección a tiempo. La bacteria H. pylori, transmitida a través de fluidos corporales como saliva, vómito o heces, produce infecciones crónicas en el estómago que, con los años, pueden convertirse en lesiones malignas.
H. pylori: la bacteria silenciosa que puede ser mortal
La mayoría de las personas infectadas con Helicobacter pylori no presentan síntomas. Sin embargo, cuando los hay, pueden incluir dolor abdominal, hinchazón, náuseas o úlceras pépticas. El problema es que, sin tratamiento, la infección puede cronificarse y dañar la mucosa gástrica, aumentando drásticamente el riesgo de cáncer.
El tratamiento es accesible y eficaz: una combinación de antibióticos e inhibidores de bomba de protones. Pero aún así, no existe una política pública global uniforme para su detección y erradicación, ni en países desarrollados ni en vías de desarrollo.
Asia, África y América Latina: epicentros del riesgo
Los investigadores estiman que 15,6 millones de personas nacidas entre 2008 y 2017 desarrollarán cáncer de estómago si no se implementan medidas preventivas. De ellos, 11,9 millones serán por H. pylori. China e India concentran el 42% de los casos proyectados.
Pero no es un problema exclusivo de Asia. En América Latina y África, donde los recursos para detección son limitados, las proyecciones también son alarmantes. El informe advierte que los casos en África se multiplicarán por seis en las próximas décadas debido al crecimiento poblacional.
EE.UU. y la falta de guías nacionales
En Estados Unidos, pese al avance médico, no existen recomendaciones nacionales para la detección preventiva del cáncer gástrico. Esto es preocupante, ya que la enfermedad afecta de forma desproporcionada a poblaciones vulnerables, como latinos, afroamericanos y asiáticos.
Además, se detectó una tendencia creciente en mujeres menores de 50 años, entre 2016 y 2022. La comunidad científica reclama mayor inversión en vacunas y programas de diagnóstico temprano.
Vacunas: una esperanza en desarrollo
Aunque existen tratamientos efectivos, los expertos coinciden en que la solución a largo plazo es una vacuna preventiva. Actualmente, solo una vacuna contra H. pylori ha superado la fase 3 de ensayos clínicos. Los investigadores insisten en que se necesitan más estudios en poblaciones pediátricas para lograr una inmunización efectiva desde la infancia.


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