El calor, que antes se asociaba con veranos intensos y molestias pasajeras, se ha transformado en una amenaza real para la salud de los trabajadores y la economía mundial. Así lo advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS) junto con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en un informe histórico presentado en Ginebra, el primero en más de medio siglo en abordar de manera integral los riesgos del calor en el entorno laboral.
El nuevo enemigo silencioso de la fuerza laboral
Según el reporte, 2,400 millones de trabajadores —el 70% de la población laboral global— están expuestos a temperaturas extremas durante sus jornadas. La cifra resulta alarmante si se considera que cada año se registran 23 millones de lesiones laborales relacionadas con el calor extremo, derivadas del llamado estrés térmico o sobrecarga calórica.
Los investigadores recalcaron que la productividad disminuye entre un 2% y un 3% por cada grado que supere los 20 °C, un escenario cada vez más frecuente debido a las olas de calor intensas y prolongadas provocadas por el cambio climático.
Historias de calor en la vida real
Para comprender la magnitud del problema, basta imaginar a un albañil en Ciudad de México o a un agricultor en Andalucía. Bajo temperaturas de 40 °C o más, el trabajo no solo se vuelve insoportable, sino que puede ser letal.
El informe lo resume con crudeza: “Pasamos de temperaturas molestas a temperaturas peligrosas que constituyen una crisis de salud”.
Un ejemplo ilustrativo es el de trabajadores en Madrid expuestos a 45 °C durante varias horas. Lejos de ser solo una incomodidad, es una situación límite que pone en riesgo la vida.
Trabajos más vulnerables al calor extremo
La OMS señaló que los sectores más expuestos son:
- Agricultura: trabajadores bajo el sol durante largas jornadas.
- Construcción: exposición directa en obras sin sombra adecuada.
- Pesca: labores en condiciones extremas y humedad elevada.
- Trabajo industrial en interiores: manipulación de maquinaria que produce calor, con ventilación insuficiente.
Síntomas y riesgos del estrés por calor
Los efectos del calor extremo se presentan en etapas:
- Iniciales: sed intensa, cansancio, sudoración excesiva, mareos.
- Avanzados: presión arterial baja, visión borrosa, descoordinación motora.
- Críticos: golpe de calor, cuando el cuerpo supera los 38 °C de forma prolongada, pudiendo causar desmayo, fallo orgánico e incluso la muerte.
Impacto económico y social
El calor extremo no solo representa una crisis de salud, también es una amenaza económica. Según la OMS, la pérdida de productividad representa miles de millones de dólares al año para la economía global.
Invertir en la protección de los trabajadores no solo salva vidas, también impulsa la economía, enfatizó Rüdiger Krech, director de Medio Ambiente y Salud de la OMS.
Llamado urgente a gobiernos y empresas
La OMS y la OMM llamaron a implementar medidas inmediatas:
- Establecer normativas laborales seguras adaptadas a la realidad climática de cada región.
- Ajustar horarios de trabajo para evitar las horas más calurosas.
- Mejorar la ventilación y refrigeración en espacios cerrados.
- Promover la hidratación constante y el descanso en zonas frescas.
- Capacitar a empleadores y empleados sobre los riesgos del calor.
“Lo nuevo está en la severidad del fenómeno. Ya no basta con adaptarse, hay que actuar”, concluyó la OMS.


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