Dormir con un perro es una práctica común en millones de hogares. Muchos lo ven como una forma de cariño o compañía, pero los especialistas en salud advierten que esta costumbre puede tener efectos negativos en la calidad del sueño y la salud física de las personas.
De acuerdo con la Sleep Foundation y Healthline, los perros tienen ciclos de sueño distintos a los humanos, lo que provoca interrupciones durante la noche. Sus movimientos, ruidos o despertares pueden afectar el descanso y generar cansancio o somnolencia diurna.
Además, los expertos señalan que la caspa, el pelo y los alérgenos que los animales traen del exterior pueden incrementar el riesgo de alergias y problemas respiratorios. En casos más graves, compartir la cama puede facilitar la transmisión de bacterias, virus o parásitos si no se mantienen los cuidados adecuados.
Precauciones para dormir con tu perro sin afectar tu salud
Dormir con tu mascota no es necesariamente peligroso, pero requiere responsabilidad y medidas de higiene. Los veterinarios recomiendan:
- Mantener vacunas y desparasitaciones al día.
- Lavar la ropa de cama con frecuencia.
- Permitir que el perro duerma en su propia cama dentro del dormitorio, si es posible.
- Evaluar si hay síntomas de alergia o cansancio tras dormir con él.
Según la American Kennel Club (AKC), también es importante observar el comportamiento del perro, ya que algunos pueden reaccionar de forma defensiva ante movimientos bruscos durante el sueño.
Dormir con tu perro puede ofrecer beneficios emocionales, como sensación de seguridad o compañía, pero los expertos recomiendan hacerlo solo si la salud de ambos lo permite.
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