En la variedad del pan dulce mexicano, algunos sobresalen por su alto contenido calórico. Las donas medianas pueden aportar entre 200 y 240 calorías, dependiendo de su cobertura, mientras que las conchas oscilan entre 135 y 250 calorías según tamaño y sabor.
Otros como la oreja, el polvorón y el beso destacan por su mantequilla, azúcar y rellenos, lo que incrementa su densidad energética. Aunque deliciosos, es recomendable consumirlos con moderación y acompañarlos de actividad física.
Cocol: la opción ligera
El cocol se posiciona como la alternativa más baja en calorías, con aproximadamente 129 calorías por pieza. Su preparación con harina de trigo, piloncillo y anís, sin mantequilla ni rellenos, lo hace más natural y ligero.
Además, sustituir el azúcar refinada por piloncillo aporta un sabor distintivo y saludable, ideal para acompañar con café o leche.
La especialista Leslie Monteagudo enfatiza que ningún alimento es intrínsecamente malo; la clave está en moderación y un estilo de vida activo para disfrutar del pan dulce sin excesos.


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