En una soleada mañana en la playa, rodeada por el sonido de las olas, me encontraba en una clase de yoga, buscando ese tan anhelado momento de paz interior. Estaba profundamente concentrada, tratando de perfeccionar cada postura, cuando una pequeña mosca decidió desafiar mi paciencia, relata Ingrid Coronado al relatar la experiencia que vivió.
La actriz reveló que primero aterrizó en su brazo, luego en el hombro, mel cuello y, finalmente, en el rostro. Cada intento por espantarla solo la hacía regresar con más insistencia, como si fuera una prueba diseñada.
La reflexión en el momento justo
La maestra, como si hubiese leído mi mente, interrumpió la clase con una frase que caló profundo:
“El yoga no se trata de la perfección en las posturas, sino de aprender a aceptar las cosas tal como son”, apuntó la actriz.
Fue entonces cuando entendí que el verdadero propósito de esa práctica no estaba en lograr las posturas más complejas, sino en encontrar equilibrio y calma, incluso en medio de distracciones como una persistente mosca.
La historia del maestro Pang y su encuentro con las abejas
Recordé una enseñanza del Qi Gong (Chi Kung), una práctica ancestral china que equilibra la energía vital. En una ocasión, el maestro Pang enseñaba a sus discípulos en el campo cuando un enjambre de abejas comenzó a rodearlo.
Para sorpresa de todos, Pang permaneció completamente tranquilo, respirando profundamente, sin mostrar miedo ni intentar ahuyentarlas. Cuando sus discípulos le preguntaron cómo podía mantenerse tan sereno, respondió:
“La energía que transmitimos influye en nuestro entorno. Si nos mantenemos en paz, esa calma se proyecta y tranquiliza a quienes nos rodean.”
Las abejas, sintiendo esa paz, se alejaron sin causar daño.
Rindiéndose a lo inevitable
Inspirada por la historia, decidí aplicar esta enseñanza con mi “amiga” la mosca. En lugar de luchar contra ella, acepté su presencia y me enfoqué en mi respiración. Dejé que caminara por mi frente, mis mejillas e incluso cerca de mis labios.
Al no resistirme, algo cambió. Sentí un escalofrío que, lejos de ser molesto, me llenó de calma. Poco después, la mosca se fue por su cuenta, y ese estado de tranquilidad me acompañó el resto del día.
La lección detrás de la mosca
A veces, en la vida, nos encontramos luchando contra situaciones que no podemos controlar: desde un día complicado en el trabajo hasta pequeños inconvenientes como una mosca molesta. La enseñanza es clara: rendirse no es sinónimo de debilidad, sino de aceptar lo que no podemos cambiar para encontrar equilibrio.
Esta práctica de aceptación consciente tiene profundas raíces en filosofías como el yoga y el Qi Gong. Al dejar de luchar contra las circunstancias, podemos influir en nuestro entorno, proyectando calma y bienestar.
¿Cómo aplicar esta enseñanza en la vida diaria?
- Respira profundamente: La respiración consciente es una herramienta poderosa para calmar la mente.
- Acepta lo incontrolable: Reconoce que no puedes cambiar todo. Aprende a convivir con las situaciones incómodas.
- Proyecta calma: Recuerda que la energía que transmites impacta en quienes te rodean.
Cuando una mosca te enseña a vivir en paz
Esa pequeña mosca me dejó una gran enseñanza: cuando dejamos de resistirnos y aceptamos las cosas tal como son, encontramos un estado de paz que trasciende cualquier molestia.
Al igual que el maestro Pang calmó a las abejas, nosotros podemos proyectar tranquilidad en nuestro entorno. Porque, al final, la paz interior no depende de lo que sucede a nuestro alrededor, sino de cómo decidimos reaccionar ante ello.
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