El color rosa intenso de más de cien flamencos sorprendió esta semana a quienes visitaron la Laguna Manatí, en Puerto Juárez, Cancún. Esta especie, símbolo de belleza natural y equilibrio ecológico, ha regresado a este refugio tras años de ausencia, y su presencia es mucho más que una postal bonita: es una buena noticia para el medio ambiente.
¿Dónde está la Laguna Manatí?
La Laguna Manatí se encuentra al norte de Cancún, en la zona de Puerto Juárez, muy cerca del mar. Es un Área Natural Protegida decretada en 1999, con una extensión de 234 hectáreas, compuesta principalmente por manglares y humedales. Su acceso es limitado, pero es clave para mantener el equilibrio ecológico de la región. Este refugio ha sido silenciosamente resguardado por especialistas y autoridades, y hoy los resultados comienzan a notarse.
Una señal de recuperación ambiental
José González Aldana, director del Área Natural Protegida Chacmochuch-Manatí, celebró este avistamiento como un logro ambiental:
“Nos da mucho gusto porque nos está indicando que las condiciones del ecosistema se están recuperando. El alimento tiene que estar garantizado para que estos animales puedan estar”.
La llegada de los flamencos, explicó, es prueba de que los esfuerzos de conservación están dando frutos: hay alimento, hay tranquilidad, y hay refugio para esta y muchas otras especies.
Más que aves: un ecosistema vivo
Este refugio no solo es hogar temporal de los flamencos. También alberga peces, aves residentes y migratorias, y varios mamíferos que encuentran ahí un lugar para vivir sin las presiones del crecimiento urbano. Es un pulmón natural y un escudo contra huracanes y la erosión costera. Además, representa un ejemplo de cómo la naturaleza puede sanar cuando se le da oportunidad.
Reconocimiento del gobierno estatal
La gobernadora Mara Lezama no tardó en compartir la buena noticia:
“¡Llegaron los flamencos rosados a la Laguna Manatí en Puerto Juárez! Este avistamiento es una señal de la recuperación del ecosistema y refleja los resultados de las acciones de conservación ambiental en Quintana Roo”.
¿Por qué es importante conservar?
Los flamencos son sensibles a la contaminación y a la pérdida de hábitat. Su presencia nos habla de aguas limpias, alimento disponible y espacios sin perturbación. Si ellos regresan, significa que vamos en la dirección correcta. Además, su visita podría abrir la puerta a un nuevo tipo de turismo en Cancún: uno que valore más la biodiversidad que las grandes construcciones.
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