Emilio Portes conquista Sitges con su oscura visión del miedo infantil
El sonido de los aplausos resonó en la costa catalana cuando el jurado del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges anunció a los ganadores. Entre los nombres destacados, uno mexicano brilló con fuerza: Emilio Portes, quien recibió el premio Blood Window a la mejor película latinoamericana por su impactante obra No dejes a los niños solos.
La cinta, ambientada en el México de los años 80, narra la historia de dos hermanos que, tras quedarse solos en una vieja casa familiar, enfrentan la presencia maligna de un fantasma que guarda oscuros secretos del pasado. Más allá del terror, Portes construye una historia sobre la soledad, la pérdida de la inocencia y la fragilidad de la mente infantil, explorando las heridas invisibles que deja el abandono.
Un relato de terror con fondo social
No dejes a los niños solos combina el suspenso con una profunda mirada psicológica sobre las relaciones fraternales y el contexto mexicano de una época marcada por la desigualdad y los cambios culturales. Con un tono sombrío, el director logra que el espectador se sienta atrapado entre el miedo y la empatía, hasta un final tan desgarrador como simbólico.
Interpretada por Juan Pablo Velasco y Ricardo Galina, la cinta destaca por su atmósfera opresiva, su fotografía analógica y su tratamiento emocional del horror, en el que los monstruos no siempre son sobrenaturales. Portes logra que la historia funcione tanto como una película de género como una crítica al abandono emocional y social que marcó a una generación.
“La hermanastra fea”: la gran ganadora de Sitges
El máximo galardón del festival fue para La hermanastra fea, de la directora noruega Emilie Blichfeldt, una reinterpretación sangrienta y satírica del clásico cuento de Cenicienta.
Con humor negro y crudeza visual, Blichfeldt convierte la historia de Elvira —una joven obsesionada con la belleza y el amor del príncipe Julian— en una pesadilla grotesca sobre los estándares de belleza y el patriarcado. La protagonista, interpretada por Lea Myren, atraviesa transformaciones físicas y psicológicas que reflejan la presión de un mundo dominado por la mirada masculina.
La directora confesó que el guion surgió de su propia experiencia juvenil: “Cuando tenía los pies grandes y poca confianza con chicos cerca”. Su mirada personal y su uso del horror como metáfora del dolor la convirtieron en la gran revelación del certamen.
Estrellas internacionales y estrenos esperados
La edición número 58 de Sitges reunió a grandes figuras del cine internacional. El actor británico Benedict Cumberbatch presentó The Thing with Feathers, un drama con tintes sobrenaturales en el que interpreta a un padre en duelo acompañado por un cuervo que encarna su dolor.
También asistieron Joe Dante, legendario director de Gremlins, y Guillermo del Toro, quien presentó su ambicioso Frankenstein producido por Netflix, uno de los títulos más esperados del año. La película del cineasta mexicano promete una reinterpretación visualmente deslumbrante del mito clásico, con una sensibilidad gótica que rinde homenaje al cine de terror de los años 30.
El público también pudo disfrutar del Drácula del francés Luc Besson, y de la nueva versión de El increíble hombre menguante, protagonizada por el oscarizado Jean Dujardin, que combina efectos especiales modernos con una reflexión existencial sobre la pérdida de control y la identidad.
Sitges: el templo del terror y la imaginación
Desde hace más de medio siglo, Sitges se ha consolidado como el epicentro mundial del cine fantástico y de terror, un espacio donde convergen el arte, la locura creativa y las emociones extremas. Cada año, el festival se convierte en una pasarela de lo más innovador del género, un lugar donde los monstruos, los fantasmas y los traumas humanos encuentran un lenguaje cinematográfico común.
En esta edición, además de las proyecciones, se celebró la tradicional Zombie Walk, el multitudinario desfile en el que miles de personas recorren las calles del pequeño pueblo costero disfrazadas de muertos vivientes. Un evento que combina humor, creatividad y homenaje al cine de culto.
México y el renacer del cine de terror latinoamericano
El reconocimiento a Emilio Portes no solo premia su talento individual, sino que confirma el ascenso del cine de género latinoamericano en los festivales internacionales. México, en particular, ha demostrado su capacidad para fusionar lo sobrenatural con lo social, como lo hizo Del Toro en sus primeros años y ahora retoman nuevas generaciones de cineastas.
No dejes a los niños solos representa esa nueva ola: historias que utilizan el horror no solo para asustar, sino para cuestionar realidades profundas, revelar traumas colectivos y mostrar la humanidad detrás del miedo.
El horror como espejo de la verdad
La noche en Sitges dejó una certeza: el terror no es solo gritos ni sangre. Es un espejo en el que las sociedades se miran para entender sus sombras.
Emilio Portes y Emilie Blichfeldt, desde México y Noruega, demostraron que el cine fantástico puede ser tan político como poético, tan visceral como emocional. En sus historias, los monstruos no viven en castillos ni en tumbas; habitan dentro de los seres humanos.
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