Los colibríes son aves fascinantes que no solo llaman la atención por su belleza y rapidez, sino también porque cumplen un papel esencial como polinizadores. Su presencia en un jardín no solo embellece el entorno, sino que también favorece la biodiversidad. Para atraerlos, la clave está en elegir las plantas correctas. A continuación, te presentamos siete especies que resultan irresistibles para estas aves y que puedes incluir en tu hogar o jardín.
Por qué los colibríes visitan ciertas plantas
Los colibríes se sienten atraídos principalmente por flores con forma tubular y colores vivos, especialmente el rojo, el fucsia y el naranja. Estas estructuras facilitan que las aves introduzcan su pico y se alimenten del néctar, al tiempo que transportan polen de una flor a otra. Además, buscan plantas que ofrezcan abundancia de alimento durante todo el año.
1. Salvia (Salvia splendens y Salvia guaranitica)
Las salvias son una de las plantas favoritas de los colibríes. Sus flores tubulares, en tonos que van del rojo intenso al azul profundo, son perfectas para estas aves. Además, florecen durante largos periodos, lo que asegura alimento constante. Se adaptan bien a macetas y jardines, requieren sol directo y riegos moderados.
2. Lavanda (Lavandula angustifolia)
Aunque es más conocida por su fragancia y sus propiedades relajantes, la lavanda también atrae colibríes. Sus flores lilas o moradas ofrecen néctar y, al mismo tiempo, llenan el jardín de aroma. Otro beneficio es que repele insectos como mosquitos, lo que la convierte en una aliada perfecta para espacios al aire libre.
3. Jazmín rojo (Justicia spicigera)
Originaria de México, esta planta es muy valorada porque sus flores de color naranja brillante son un imán para los colibríes. El jazmín rojo crece con facilidad en climas cálidos y puede alcanzar hasta dos metros de altura, por lo que también funciona como seto ornamental. Florece gran parte del año, asegurando alimento constante.
4. Dama de noche (Cestrum nocturnum)
La dama de noche es famosa por el aroma que libera al caer el sol, pero sus flores también son visitadas por colibríes. Esta planta puede cultivarse en macetas o directamente en el suelo, siempre con buena exposición al sol. Su doble beneficio —aroma y atracción de aves— la convierte en una opción ideal para jardines familiares.
5. Fucsia (Fuchsia magellanica)
Con sus flores colgantes en tonos rosados y púrpuras, la fucsia es una de las favoritas de quienes desean atraer colibríes y, al mismo tiempo, aportar un toque decorativo. Aunque requiere algo más de cuidado, como sombra parcial y riego constante, su espectacular floración lo compensa con creces.
6. Árbol de las mariposas (Buddleja davidii)
A pesar de su nombre, el árbol de las mariposas también resulta irresistible para los colibríes. Sus racimos florales, generalmente púrpuras o lilas, ofrecen abundante néctar. Esta especie es de fácil mantenimiento, soporta diferentes climas y atrae no solo aves, sino también mariposas y abejas, enriqueciendo la biodiversidad del espacio.
7. Bugambilia (Bougainvillea)
La bugambilia es una planta trepadora que no solo adorna muros y pérgolas con sus flores de vivos colores, sino que también atrae a los colibríes. Se adapta muy bien a climas cálidos y requiere poco riego una vez establecida. Su floración abundante durante gran parte del año garantiza visitas constantes de estas aves.
Consejos para mantener un jardín atractivo para colibríes
Además de elegir las plantas adecuadas, es importante crear un entorno seguro y saludable para los colibríes:
- Evita el uso de pesticidas, ya que pueden afectar tanto a las aves como a los insectos que forman parte de su dieta.
- Coloca bebederos con agua dulce para que puedan hidratarse y refrescarse.
- Planta especies de floración escalonada para asegurar néctar durante todo el año.
- Ofrece refugios naturales con arbustos y ramas donde puedan descansar.
Atraer colibríes al jardín no solo es posible, sino también sencillo si se seleccionan las plantas adecuadas. Especies como la salvia, la fucsia o la bugambilia, entre otras, ofrecen el néctar que estas aves necesitan y al mismo tiempo llenan de color y vida cualquier espacio. Con un poco de planificación, tu jardín puede convertirse en un refugio natural para estas pequeñas joyas aladas y contribuir a la conservación de la biodiversidad.


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