El tequila es mucho más que una bebida; representa cultura, tradición y orgullo mexicano. Reconocido como la primera Denominación de Origen de México, su producción sigue estrictos estándares de calidad y autenticidad. De acuerdo con el Consejo Regulador del Tequila (CRT), existen 3,211 marcas registradas y 213 productores autorizados, reflejando su diversidad y relevancia global.
María Bertha Becerra, responsable de Aseguramiento de Producto Terminado en el CRT, destacó que esta agroindustria sostiene a más de 100 mil familias y que el tequila se comercializa en más de 120 países. Desde el cultivo del agave azul hasta la destilación y envasado, cada etapa involucra tradición, conocimiento y pasión mexicana.
Existen cinco tipos de tequila —Blanco, Joven, Reposado, Añejo y Extra Añejo— y dos categorías principales: Tequila y Tequila 100% de Agave, adaptándose a distintos gustos y celebraciones.
Producción protegida y consumo durante las Fiestas Patrias
El tequila solo puede producirse a partir del Agave Tequilana Weber variedad azul y en zonas autorizadas por la Denominación de Origen Tequila (DOT), que comprende 181 municipios en Jalisco, Michoacán, Tamaulipas, Nayarit y Guanajuato. La DOT asegura autenticidad, trazabilidad y protege a los productores frente a falsificaciones y competencia desleal.
El proceso de cultivo del agave azul dura entre 6 y 10 años, seguido de fermentación, destilación y envasado bajo normas estrictas que garantizan la calidad del producto. Durante las Fiestas Patrias, el consumo de tequila aumenta, consolidándose como acompañante de comidas típicas, brindis y celebraciones.
Más allá de su consumo, el tequila simboliza la riqueza cultural de México, la dedicación de miles de familias y la herencia agrícola del país. Su demanda internacional y su reconocimiento global destacan su importancia como emblema nacional, orgullo mexicano y bebida que combina tradición, calidad y cumplimiento normativo en cada botella.


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