El 1 de septiembre de 2025 millones de niñas y niños en México regresan a las aulas. Para muchos, el inicio de un nuevo ciclo escolar es motivo de emoción: estrenar mochila, útiles escolares y uniformes. Pero para otros, la entrada a la escuela puede convertirse en un momento de ansiedad, miedo y llanto, especialmente después de semanas de vacaciones en las que disfrutaron rutinas más flexibles.
En este contexto, hablamos con Lorena Rangel, psicóloga y doctora en psicoanálisis, quien nos compartió un decálogo de recomendaciones para que los padres acompañen a sus hijos en este proceso y eviten que el regreso a clases sea traumático.
¿Por qué los niños lloran en el primer día de clases?
La especialista explica que los niños reflejan lo que sienten los padres. Si mamá o papá muestran nerviosismo o ansiedad, es muy probable que los pequeños lo absorban y respondan con llanto, resistencia o miedo a separarse.
“El regreso a clases no es solo comprar útiles y preparar el lunch; también es un movimiento emocional profundo. Los niños necesitan seguridad y los padres son el primer espejo de esas emociones”, puntualiza Rangel.
10 consejos para un regreso a clases sin lágrimas
- Ajusta los horarios antes del 1 de septiembre
Recuperar rutinas de sueño y alimentación unos días antes ayuda a que el regreso no sea brusco. - Reduce el tiempo frente a pantallas
Evitar exceso de tablet, celular o videojuegos mejora la concentración y el descanso. - Trabaja tu propia calma como padre o madre
La ansiedad de los adultos se transmite a los niños; busca apoyo en otros adultos y valida tus emociones. - Habla con tus hijos sobre sus emociones
Escucha sus miedos, expectativas y deseos. No minimices sus sentimientos. - Involúcralos en pequeñas decisiones
Permite que elijan parte de su material escolar, como su mochila o colores, para fomentar autonomía. - No exijas perfección, transmite confianza
Las calificaciones no lo son todo; acompaña a tu hijo con amor y seguridad. - Valida su ansiedad sin intentar eliminarla
Reconoce que el miedo es normal y parte del proceso de adaptación. - Crea rituales de despedida y bienvenida
Un abrazo, una frase especial o un peluche pueden dar seguridad. - Respeta su tiempo de juego
El juego es clave para procesar emociones y liberar tensiones. - Sé ejemplo con tu actitud
Los niños aprenden más de lo que ven que de lo que escuchan. Muestra calma y entusiasmo moderado.
Un trabajo en equipo
El regreso a clases es un reto tanto para los niños como para los padres. Si se afronta desde la paciencia, la empatía y el amor, la transición puede convertirse en una oportunidad para fortalecer la confianza y la autonomía de los pequeños.
“Cuando los padres transmiten calma, seguridad y acompañamiento, los niños se sienten capaces de enfrentar este nuevo ciclo sin miedo”, concluye la especialista.


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