Enfrentar un pinchazo de llanta puede generar ansiedad, especialmente si ocurre en un momento inoportuno. Sin embargo, con la preparación adecuada y los conocimientos básicos, puedes convertir esta situación en un contratiempo menor.
La clave está en comprender los pasos esenciales y practicar, para que, en caso de emergencia, puedas actuar con confianza y eficiencia.
Herramientas esenciales: Tu kit de emergencia
Antes de aventurarte a cambiar una llanta, es fundamental contar con las herramientas adecuadas. Asegúrate de tener una llanta de repuesto en buen estado y con la presión correcta, un gato hidráulico o mecánico en funcionamiento, una llave de cruz para aflojar las tuercas, triángulos de seguridad o luces de emergencia para señalizar tu posición, y opcionalmente, unos guantes para proteger tus manos. Dedica unos minutos a familiarizarte con estas herramientas y su uso, especialmente el gato y la llave de cruz, ya que serán tus aliados principales en esta tarea.
Paso a paso: Cambiando la llanta con seguridad
El primer paso crucial es encontrar un lugar seguro para detenerte. Busca una superficie plana y firme, alejada del tráfico y con suficiente espacio para maniobrar. Enciende las luces de emergencia y coloca los triángulos de seguridad a una distancia prudente detrás de tu vehículo, para alertar a otros conductores.
Asegura el freno de mano para evitar que el auto se mueva mientras trabajas. Una vez que estés en un lugar seguro, procede a aflojar las tuercas de la llanta pinchada. Utiliza la llave de cruz y gíralas en sentido contrario a las manecillas del reloj. No las retires por completo en este momento, solo aflojalas un poco para facilitar su extracción más adelante.
Con las tuercas aflojadas, es hora de levantar el auto. Coloca el gato debajo del chasis, en el punto de elevación recomendado por el fabricante. Consulta el manual del propietario si no estás seguro de la ubicación correcta. Levanta el auto hasta que la llanta pinchada quede a unos centímetros del suelo, lo suficiente para poder retirarla y colocar la de repuesto.
Ahora, termina de quitar las tuercas y retira la llanta pinchada. Con cuidado, coloca la llanta de repuesto, alineando los pernos con los orificios. Vuelve a colocar las tuercas y apriétalas con la mano.
Ajuste final y precauciones: Volviendo a la carretera
Baja el auto con el gato hasta que la llanta toque el suelo. Utiliza la llave de cruz para apretar las tuercas, asegurándote de hacerlo en forma de cruz para que queden bien ajustadas. Verifica la presión de la llanta de repuesto y ajústala si es necesario.
Recuerda que la llanta de repuesto es una solución temporal, por lo que debes acudir a un taller lo antes posible para reparar o reemplazar la llanta dañada.
¡Únete a nuestro canal de Telegram! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.


TE PODRÍA INTERESAR