La obesidad infantil en México ha alcanzado niveles alarmantes en las últimas décadas. Según datos recientes, la prevalencia de obesidad en niños y adolescentes ha aumentado significativamente, afectando a millones de jóvenes en el país. Este incremento se atribuye a diversos factores, como el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados y la falta de actividad física. Ante esta problemática, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha decidido tomar cartas en el asunto.
La historia de Ana: un reflejo de la realidad
Ana, una niña de 10 años originaria de Mérida, Yucatán, solía disfrutar de las actividades al aire libre. Sin embargo, con el tiempo, comenzó a pasar más horas frente a dispositivos electrónicos y a consumir alimentos poco saludables. Sus padres, ambos trabajadores, encontraban más sencillo comprar comida rápida que preparar alimentos en casa. Esta situación llevó a Ana a ganar peso rápidamente, afectando su salud y autoestima.
Factores que contribuyen a la obesidad infantil
La historia de Ana no es única. En México, diversos factores han contribuido al aumento de la obesidad infantil:
- Alimentación inadecuada: El fácil acceso a alimentos ultraprocesados ricos en azúcares, grasas y sal ha desplazado a una dieta balanceada. México es uno de los principales consumidores de bebidas azucaradas a nivel mundial.
- Sedentarismo: El uso excesivo de dispositivos electrónicos ha reducido el tiempo dedicado a actividades físicas. Muchos niños pasan horas frente a pantallas en lugar de jugar al aire libre.
- Entorno socioeconómico: Familias con recursos limitados suelen optar por alimentos más económicos pero menos nutritivos, y carecen de acceso a espacios seguros para la actividad física.
La respuesta de la SEP: una estrategia integral
Consciente de esta problemática, la SEP ha anunciado una estrategia nacional que se implementará a partir del 12 de marzo de 2025. Esta iniciativa busca prevenir y reducir la obesidad infantil en las escuelas públicas de educación básica a través de diversas acciones:
- Brigadas de salud: Se desplegarán más de 730 brigadas de especialistas en todo el país para realizar censos de peso y talla, detectar desbalances nutricionales, identificar deficiencias visuales y evaluar la salud bucal de los estudiantes.
- Promoción de hábitos saludables: Se fomentará la actividad física regular, la higiene bucal, el cuidado de la vista, la salud emocional y la prevención de adicciones dentro del entorno escolar.
- Alimentación saludable en escuelas: A partir de marzo, se prohibirá la venta de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas en las escuelas, promoviendo el consumo de agua natural y alimentos nutritivos.
El papel de la comunidad educativa y las familias
La efectividad de esta estrategia depende del compromiso de toda la comunidad educativa y de las familias. Es esencial que docentes, padres y estudiantes trabajen juntos para adoptar hábitos saludables que perduren en el tiempo. La educación nutricional y la promoción de la actividad física deben ser pilares fundamentales tanto en la escuela como en el hogar.
Mirando hacia el futuro: el caso de Ana
Gracias a la implementación de estas medidas, Ana ha comenzado a participar en actividades deportivas escolares y a disfrutar de alimentos más saludables proporcionados en la cooperativa de su escuela. Sus padres, informados por talleres organizados por la SEP, han adoptado hábitos alimenticios más nutritivos en casa. Como resultado, Ana ha mejorado su salud y bienestar general.
La obesidad infantil es un desafío que requiere acciones coordinadas y efectivas. La estrategia de la SEP representa un paso significativo hacia la mejora de la salud de las futuras generaciones en México. Con el esfuerzo conjunto de autoridades, escuelas y familias, es posible revertir esta tendencia y garantizar un futuro más saludable para nuestros niños y adolescentes.
¡Únete a nuestro canal de Telegram! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.


TE PODRÍA INTERESAR