El cortisol, popularmente conocido como la hormona del estrés, es indispensable para nuestro organismo. Se encarga de activar la respuesta de alerta en situaciones de tensión, ayudando a movilizar la energía necesaria para reaccionar. Sin embargo, cuando sus niveles se mantienen altos durante mucho tiempo, puede convertirse en un enemigo silencioso para nuestra salud física y mental.
La buena noticia es que la alimentación puede ser una poderosa herramienta para regularlo y reducir sus efectos negativos. Aquí te explicamos cómo funciona el cortisol, qué factores lo elevan y qué alimentos ayudan a mantenerlo bajo control.
Cortisol: aliado en emergencias, problema en exceso
En situaciones puntuales, el cortisol cumple un papel protector:
- Moviliza glucosa para que el cuerpo tenga energía inmediata.
- Regula la presión arterial.
- Ayuda a controlar la inflamación.
El problema llega con el estrés crónico. Estudios publicados en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism señalan que niveles elevados de cortisol durante semanas o meses pueden favorecer la acumulación de grasa abdominal, aumentar la presión arterial, afectar la memoria e incluso debilitar el sistema inmunológico.
Factores que pueden mantener el cortisol alto:
- Estrés laboral y preocupaciones constantes.
- Falta de sueño reparador.
- Alimentación rica en azúcares refinados y ultraprocesados.
- Exceso de cafeína.
La alimentación como regulador natural del cortisol
Los nutrientes que consumimos pueden influir directamente en la producción y regulación del cortisol. Una dieta equilibrada, rica en vitaminas, minerales y antioxidantes, no solo ayuda a bajar esta hormona, sino que también mejora la respuesta del cuerpo frente a situaciones de estrés.
Alimentos que ayudan a bajar el cortisol
1. Alimentos ricos en vitamina C
Ayuda a regular la producción de cortisol y fortalece el sistema inmunitario.
- Naranjas, mandarinas, limones, pomelos.
- Pimientos rojos y verdes.
- Fresas, kiwi, guayaba.
Tip: Toma un batido con fresas y naranja en la mañana para comenzar el día con energía.
2. Fuentes de omega-3
Reducen la inflamación y equilibran el sistema nervioso.
- Salmón, caballa, sardinas.
- Semillas de chía, linaza, nueces.
Tip: Añade nueces a tus ensaladas o yogur.
3. Alimentos integrales
Mantienen estable el azúcar en sangre, evitando picos de cortisol.
- Avena, quinoa, arroz integral, pan integral.
- Lentejas, garbanzos y otras legumbres.
4. Té verde y tisanas relajantes
La L-teanina del té verde promueve la calma, y las infusiones como la manzanilla o valeriana relajan el sistema nervioso.
5. Frutas y verduras antioxidantes
Combaten el daño celular provocado por el estrés.
- Espinacas, kale, brócoli, zanahorias.
- Arándanos, frambuesas, moras.
6. Chocolate negro (70% cacao o más)
Rico en magnesio, un mineral que reduce el estrés y mejora el ánimo.
7. Proteínas magras
Ayudan a mantener la saciedad y estabilizar el metabolismo.
- Pollo, pavo, huevos, tofu.
Otros hábitos que potencian el efecto anti-estrés de la dieta
- Dormir entre 7 y 8 horas por noche.
- Practicar ejercicio moderado, como caminar o hacer yoga.
- Mantenerse hidratado y reducir el consumo de cafeína.
Evitar comidas ultraprocesadas y altas en azúcares.


TE PODRÍA INTERESAR