La violencia volvió a estremecer la noche de este miércoles a Iguala, Guerrero, cuando seis personas fueron halladas sin vida de manera simultánea en dos puntos distintos al sur de la ciudad. Los hechos mantienen en alerta a las autoridades estatales y a la población, ante la creciente ola de homicidios en la región.
Dos escenas del crimen en menos de una hora
El primer hallazgo se registró en un camino de terracería que conecta la colonia Fermín Rabadán con la comunidad de Ceja Blanca, donde fueron localizados los cuerpos de tres hombres.
Según reportes policiales, las víctimas estaban atadas de pies y manos, con playeras cubriéndoles el rostro y presentaban impactos de arma de fuego. Junto a los cuerpos fue hallada una cartulina con un mensaje, cuyo contenido no fue revelado por las autoridades.
De manera casi simultánea, en la colonia Capire, también ubicada al sur de Iguala, fueron encontrados otros tres cuerpos con características similares: atados, con huellas de tortura y tiro de gracia, además de otra cartulina presuntamente firmada por el mismo grupo responsable.
Ambos sitios fueron asegurados por personal de la Policía Estatal, Guardia Nacional y Fiscalía General del Estado (FGE), quienes realizaron las diligencias correspondientes y el levantamiento de los cuerpos.
Víctimas no identificadas y sin información sobre responsables
Hasta el momento, las víctimas permanecen en calidad de desconocidas. Ninguna autoridad ha confirmado si los hechos están relacionados entre sí, aunque los mensajes hallados en ambas escenas apuntan a una posible disputa entre grupos delictivos.
La FGE de Guerrero mantiene las investigaciones abiertas y no ha ofrecido detalles sobre el móvil de los homicidios ni sobre los posibles responsables. Los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) para la identificación y necropsia de ley.
Violencia persistente en Iguala
Estos asesinatos se suman a otro ataque ocurrido la mañana del mismo miércoles, cuando un hombre fue baleado en la colonia Adrián Castrejón, también en Iguala.
El municipio ha sido escenario recurrente de hechos violentos en los últimos meses, en medio de enfrentamientos entre grupos criminales que disputan el control de la zona norte de Guerrero, un territorio estratégico para el tráfico de drogas y armas.
Una región marcada por la inseguridad
Iguala es tristemente recordada por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014, un caso que evidenció la profunda crisis de violencia e impunidad en el estado. A una década de aquel suceso, los homicidios y las ejecuciones extrajudiciales continúan siendo parte de la realidad cotidiana de los habitantes.
Las autoridades estatales han reforzado la presencia de fuerzas de seguridad, sin embargo, la percepción de inseguridad se mantiene alta y los ciudadanos exigen mayor vigilancia y resultados concretos ante la violencia que azota la región.


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