La noche del domingo 1 de junio, la música norteña se silenció abruptamente en Morelos. Julio Eusebio Labra, voz principal del grupo regional Conquistadores de la Sierra, fue asesinado a balazos mientras ofrecía un show en el bar-restaurante El Guamuchilito, ubicado en el municipio de Emiliano Zapata.
El crimen ocurrió en plena presentación
Pasaban las 23:00 horas cuando hombres armados irrumpieron en el lugar. Sin mediar palabra, se dirigieron directamente hacia el escenario y abrieron fuego contra el artista. El caos se apoderó del local: los asistentes, aterrados, buscaron refugio detrás de mesas y salidas de emergencia mientras los disparos resonaban en el establecimiento.
Labra cayó abatido en el escenario que tantas veces lo había visto conectar con su público. Elementos de seguridad acudieron rápidamente tras el reporte del ataque, acordonaron la zona e iniciaron un operativo, aunque hasta el momento no hay detenidos ni móvil confirmado.
Julio Labra: una voz que marcó la música regional
Julio Eusebio Labra no era solo un intérprete: era el alma de su grupo. Desde sus inicios en ferias locales hasta presentaciones en eventos regionales, su carisma y estilo característico lo convirtieron en una figura respetada en la escena norteña.
Conquistadores de la Sierra había ganado reconocimiento por su constancia en escenarios de Morelos y estados vecinos, mezclando corridos, cumbias y temas tradicionales que hablaban de la vida rural, el amor y la lucha diaria.
Su asesinato deja un vacío irreparable entre colegas, familiares y seguidores. Las redes sociales se llenaron rápidamente de mensajes de despedida, fotografías y homenajes espontáneos: “No solo perdimos un cantante, perdimos a un amigo de todos”, escribió un fan en Facebook.
El crimen ocurre en contexto de violencia y jornada electoral
El asesinato de Labra no fue un hecho aislado. En la misma semana, al menos cuatro personas fueron ejecutadas en distintos puntos del municipio de Emiliano Zapata. La creciente inseguridad ha encendido alarmas entre los habitantes, quienes ya temen acudir a eventos públicos.
El crimen se perpetró además en medio de la jornada electoral en Morelos, un contexto que podría explicar la limitada respuesta de las autoridades y la falta de información oficial inmediata.
Impunidad, miedo y la cultura en peligro
Lo ocurrido con Julio Labra reabre el debate sobre la vulnerabilidad de los artistas regionales en zonas afectadas por el crimen organizado. No es la primera vez que un músico es asesinado en México en plena actividad profesional. La cultura y el arte, que deberían ser espacios de unión y paz, están siendo alcanzados por la violencia.
Para la comunidad musical local, el miedo es cada vez más tangible. “Hoy fue Julio, mañana puede ser cualquiera de nosotros”, dijo un músico local en declaraciones anónimas a medios estatales.
¿Quién era Julio Labra y por qué su muerte impacta tanto?
Originario de Morelos, Julio Labra se forjó desde abajo. De eventos pequeños a escenarios regionales, su historia representa la del músico popular mexicano que lucha por hacer carrera entre sacrificios y aplausos. Su humildad y cercanía con la gente lo convirtieron en un personaje entrañable más allá de los reflectores.
Su legado queda en la música y en la memoria de su gente
Aunque su vida fue arrebatada de forma brutal, la voz de Julio seguirá sonando en las fiestas, en los caminos de terracería, en los recuerdos de quienes lo escucharon cantar con pasión.
Hoy, Morelos no solo llora a un artista, sino también a un símbolo de resistencia cultural frente a la violencia que no cesa.


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