Grecia Quiroz vive uno de los momentos más peligrosos y desafiantes de su vida pública tras asumir la presidencia municipal de Uruapan luego del asesinato de su esposo, Carlos Manzo, el pasado 1 de noviembre. La violencia política en Michoacán volvió a evidenciar su crudeza cuando, apenas un día antes de asumir su nuevo cargo, la alcaldesa sustituta recibió amenazas directas que buscaban desestabilizar su gobierno y sembrar miedo entre quienes buscan continuar con el proyecto que Manzo encabezaba. Hoy, con fortaleza y vulnerabilidad a la vez, Grecia Quiroz se planta frente a un escenario donde su vida, su privacidad y su confianza están en riesgo permanente.
En un mensaje difundido en redes sociales, Grecia Quiroz afirmó que estas amenazas no son casuales, sino parte de una estrategia para intimidarla: “Lo hicieron un día antes de que tomara posesión”, dijo con firmeza, señalando que estos intentos buscan frenar el avance del nuevo gobierno municipal. A pesar de ello, asegura que procederá legalmente e informará a la fiscalía, a fin de dejar constancia del clima de hostilidad que rodea el relevo institucional.
Quiroz reconoció que aceptó el reforzamiento de su seguridad pensando principalmente en sus hijos. Aunque antes del asesinato de Manzo la interacción con la ciudadanía era abierta, sin filtros ni medidas restrictivas, hoy enfrenta un entorno completamente distinto. La cercanía con la gente, que antes era símbolo de transparencia y confianza, ha sido reemplazada por protocolos estrictos para evitar riesgos. Para Grecia Quiroz, esta transición afecta su privacidad y su vida diaria, pero es necesaria para proteger a su familia.
A pesar de las medidas adoptadas, la alcaldesa de Uruapan admite un sentimiento constante de desconfianza. “Desconfío de todo, me resulta muy difícil confiar”, expresó. La violencia política y los señalamientos que su esposo realizó en vida contra personajes influyentes de la región han dejado huellas profundas en su percepción sobre la seguridad institucional y personal. Para Grecia Quiroz, el miedo es una realidad, pero no una razón suficiente para abandonar la responsabilidad que hoy encabeza.
¿Cómo enfrenta los peligros Grecia Quiroz en Uruapan?
En conferencia desde la Casa de la Cultura de Uruapan, Grecia Quiroz recordó que Carlos Manzo denunció públicamente a personajes políticos a los que “les estorbaba” su proyecto. Cuando se le preguntó directamente a quiénes se refería, señaló al senador Raúl Morón Orozco; al expresidente municipal Ignacio Campos Equihua y al diputado federal Leonel Godoy Rangel, todos pertenecientes al partido Morena. Según indicó, su esposo responsabilizaba a estos actores de diversas presiones y conflictos en la región.
Con esta declaración, la alcaldesa busca que el caso no quede impune y que las investigaciones sobre el asesinato de Manzo no se limiten a los autores materiales. “México necesita saber quiénes fueron los autores intelectuales”, dijo con determinación. La exigencia refleja un profundo sentido de justicia y también la necesidad de enviar un mensaje claro: su administración no se replegará ante la violencia ni las amenazas.
Las primeras semanas en el cargo han estado marcadas por el miedo, pero también por la convicción de continuar el legado de su esposo. “Alguien tiene que hacerlo”, expresó durante su intervención. Y ese “alguien” ha recaído en ella, convirtiéndose en una figura que enfrenta el peligro con la mezcla inevitable de vulnerabilidad y fortaleza. Para Grecia Quiroz, la labor de gobernar en un municipio marcado por la violencia no es sólo un deber administrativo, sino un compromiso emocional, familiar y político con quienes confiaron en Manzo y ahora confían en ella.
La inseguridad en Uruapan no es nueva. Durante años ha sido una de las ciudades más complejas del país por la presencia de grupos criminales, disputas políticas y tensiones económicas. El asesinato de Manzo no sólo impactó al ámbito político, sino que envió un mensaje devastador a la población. Entre el temor, el luto y la incertidumbre, la llegada de Grecia Quiroz planteó una incógnita: ¿podría una mujer sin trayectoria política previa enfrentar un escenario tan turbulento?
Con apenas semanas en el cargo, ha demostrado que su determinación supera lo previsto: acude a eventos públicos escoltada, mantiene reuniones a puerta cerrada, establece protocolos de blindaje territorial y, aun así, intenta conservar el contacto con la ciudadanía. Grecia Quiroz ha dejado claro que su prioridad son sus hijos y la seguridad del municipio, pero también su compromiso de no entregar el gobierno al miedo ni a quienes buscan desestabilizarlo.
Riesgo, desconfianza y protección: el nuevo entorno de Grecia Quiroz
La violencia política contra mujeres ha aumentado en México en los últimos años, y Michoacán se encuentra entre los estados más afectados. Para Grecia Quiroz, este contexto implica enfrentar no sólo amenazas físicas, sino presiones psicológicas, mediáticas y sociales. Gobernar mientras se es madre, viuda reciente y víctima indirecta de un crimen político requiere una resiliencia que pocos imaginan.
Entre las decisiones más difíciles que ha tenido que tomar está la aceptación del refuerzo de seguridad. Aunque reconoce que le incomoda, entiende que es indispensable para su integridad. La alcaldesa también ha pedido a la ciudadanía paciencia y confianza mientras se adapta al nuevo esquema de gobierno y protección. “Estoy pensando en mis hijos”, reiteró, subrayando que asumir la alcaldía fue un acto de responsabilidad, no de ambición política.
Hoy, las calles de Uruapan la reciben con expectativa. Algunos reconocen su valentía; otros dudan de la continuidad del proyecto de Manzo sin su liderazgo. Pero todos coinciden en algo: su gestión será una de las más observadas en la historia reciente del municipio. La sola presencia de Grecia Quiroz al frente del gobierno es un desafío directo a quienes buscan sembrar caos e incertidumbre.
La alcaldesa sabe que el camino será largo. Los riesgos continuarán, las tensiones políticas persistirán y la vigilancia deberá mantenerse constante. Pero también sabe que cientos de ciudadanos confían en que su administración representará justicia para su esposo y estabilidad para Uruapan. Con miedo, sí, pero también con dignidad, Grecia Quiroz se perfila como una figura central en la lucha contra la impunidad en la región.
En un país donde la violencia política sigue arrebatando vidas y oportunidades, su historia se convierte en un reflejo del México que resiste, que se levanta y que exige respuestas. Más allá del cargo, su presencia al frente de Uruapan simboliza la continuidad de un proyecto que el propio Manzo inició y que hoy ella prometió no abandonar.


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