DEA alerta sobre contrabando de petróleo de Pemex por cárteles mexicanos
El 6 de septiembre salió a la luz un informe que encendió las alarmas en materia de seguridad energética y combate al crimen organizado. La agencia Associated Press informó que la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) advirtió que los principales cárteles mexicanos estarían usando intermediarios en la industria gasera y petrolera para contrabandear petróleo de Pemex hacia territorio estadounidense.
El señalamiento directo de la DEA
De acuerdo con la información, la DEA había alertado desde mayo de este año sobre la existencia de estas operaciones. Según el reporte, organizaciones criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa, el Cártel del Golfo y la Familia Michoacana habrían encontrado en el petróleo robado de Pemex una nueva vía de financiamiento.
El contrabando no se limita a pequeños cargamentos. La denuncia apunta a un esquema en el que las redes del crimen organizado utilizan intermediarios vinculados a la industria legal de gas y petróleo, lo que les permite dar apariencia de legitimidad a un negocio ilícito.
Un mercado negro que cruza la frontera
El informe de la DEA señala que el mercado negro del petróleo robado de Pemex se concentra especialmente en la frontera con Texas. Esta zona, con intensa actividad comercial y energética, se convierte en el escenario perfecto para que los cargamentos ilegales se mezclen con operaciones legítimas.
La venta de combustible robado no solo fortalece las finanzas del crimen organizado, sino que también representa un golpe directo a las arcas de Pemex y, por extensión, a la economía mexicana.
Los cárteles y la diversificación de sus ingresos
El robo y contrabando de petróleo no es un fenómeno nuevo, pero el hecho de que la DEA lo señale como una actividad en expansión confirma que los cárteles mexicanos continúan diversificando sus fuentes de ingresos más allá del narcotráfico.
El CJNG, el Cártel de Sinaloa y otros grupos han encontrado en el huachicoleo y el contrabando de crudo una manera de financiar operaciones logísticas, armamento y expansión territorial. Este esquema también incrementa los niveles de violencia en las zonas estratégicas donde se realiza la extracción y el traslado.
Implicaciones bilaterales y de seguridad
El contrabando de petróleo de Pemex hacia Estados Unidos no solo impacta en la seguridad de México, sino que también plantea un desafío de seguridad nacional para el vecino del norte. La infiltración de cárteles en el sector energético genera riesgos de corrupción, lavado de dinero y debilitamiento de los sistemas regulatorios.
El señalamiento de la DEA abre la puerta a una cooperación más intensa entre ambos países, en un momento en el que las relaciones bilaterales ya se encuentran bajo presión por temas de migración, narcotráfico y tráfico de armas.
Una advertencia que no puede ser ignorada
El hecho de que la advertencia de la DEA se hubiera emitido hace cuatro meses y hasta ahora trascendiera al público refuerza la gravedad del asunto. No se trata de un rumor aislado, sino de un informe oficial que apunta directamente a la operación de los principales cárteles de México en un sector estratégico como el energético.
Este escenario plantea preguntas urgentes: ¿qué tan infiltrada está la industria petrolera por intermediarios ligados al crimen organizado?, ¿cómo se reforzará la seguridad de Pemex?, ¿qué medidas tomará Estados Unidos para evitar que este petróleo llegue a su mercado?
Un reto mayor en la lucha contra el crimen organizado
El robo de combustible, conocido en México como “huachicoleo”, ya había sido identificado como una de las principales fuentes de financiamiento de los cárteles. Sin embargo, la dimensión transfronteriza que ahora denuncia la DEA coloca el problema en otro nivel.
No es solo una pérdida económica para Pemex ni un delito aislado: es una amenaza a la seguridad energética, un riesgo de corrupción institucional y un recordatorio de que los cárteles mexicanos son estructuras criminales capaces de adaptarse y expandirse a nuevas industrias.
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