La tranquilidad de un fraccionamiento residencial en El Marqués, Querétaro, fue interrumpida por un operativo federal que culminó con la detención de Eréndira «N», presunta operadora financiera de una red de huachicol que amasó una fortuna.
Detrás de la fachada de una vida suburbana en un fraccionamiento del municipio de El Marqués, Querétaro, se ocultaba uno de los nodos financieros de una de las redes de robo de combustible más sofisticadas del país. Un cateo realizado por fuerzas federales como parte de un mega operativo nacional, puso al descubierto esta dualidad, culminando con la detención de Eréndira «N», identificada como una pieza clave en la logística financiera del grupo criminal.
El operativo en Querétaro fue uno de los 12 cateos simultáneos que desmantelaron a la organización. La intervención en esta tranquila zona residencial contrasta brutalmente con la magnitud de la actividad delictiva que presuntamente se coordinaba desde allí, una operación que generaba ganancias millonarias a través del saqueo de ductos de Pemex.
La mente financiera en el corazón del suburbio
Mientras los líderes operativos de la red, «Don Checo» y «Flaco de Oro», dirigían las operaciones en campo, se presume que Eréndira «N» jugaba un papel fundamental desde la aparente calma de su hogar en Querétaro. Las autoridades la vinculan con la administración de los vastos recursos obtenidos ilegalmente, un dinero que financiaba un estilo de vida de lujos extravagantes.
Aunque los bienes más llamativos, como los cachorros de león y jaguar, los autos de lujo y la mayor parte del efectivo, fueron asegurados en propiedades del Estado de México, la detención en Querétaro es crucial porque apunta al «cerebro» financiero que permitía que toda la operación funcionara y se expandiera.
La realidad del crimen organizado moderno
El caso de El Marqués rompe con el estereotipo del criminal que opera desde la clandestinidad de un escondite rústico. Demuestra cómo el crimen organizado moderno se infiltra en la vida cotidiana, utilizando la normalidad de un vecindario residencial como el camuflaje perfecto para sus operaciones.
La idea de que una operación que manejaba millones de pesos, coordinaba logística de transporte y blanqueaba capitales pudiera tener su centro neurálgico en una casa común y corriente, es un hecho que ha generado conmoción e inquietud entre los residentes de la zona.
Las autoridades no han revelado más detalles sobre la propiedad cateada en El Marqués, pero la detención de Eréndira «N» es considerada un golpe estratégico que corta una de las líneas vitales de financiamiento de la organización, demostrando que la lucha contra el huachicol no solo se libra en los ductos, sino también en los tranquilos suburbios del país.
TE PODRÍA INTERESAR