La tranquilidad del municipio de Eduardo Neri, Guerrero, se rompió con una noticia que estremeció a toda la comunidad: el asesinato del sacerdote Bertoldo Pantaleón Estrada, un hombre reconocido por su labor pastoral y compromiso social. El caso, que generó conmoción en la región, comienza a tomar forma a partir de una primera hipótesis revelada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Según explicó Omar García Harfuch, titular de la dependencia federal, los primeros indicios apuntan a que el chofer del sacerdote sería el principal sospechoso del homicidio. Aunque las causas aún se investigan, esta línea de investigación ha tomado fuerza dentro de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Guerrero.
La primera hipótesis: una traición cercana
El asesinato ocurrió en el municipio de Eduardo Neri, una zona donde el padre Pantaleón era muy querido por la comunidad. Las primeras diligencias han permitido identificar que no existen antecedentes de amenazas contra él, ni indicios de que estuviera vinculado con actividades indebidas.
Esta ausencia de enemigos conocidos llevó a los investigadores a mirar hacia su entorno más cercano. Según fuentes de la investigación, el chofer del sacerdote habría estado con él poco antes de su muerte, lo que lo convierte en una pieza clave dentro del caso.
“El móvil todavía no está claro; es una información en proceso de investigación”, explicó García Harfuch, enfatizando que la prioridad es esclarecer los hechos sin generar conclusiones prematuras.
Un caso que toca fibras sensibles
El homicidio del padre Bertoldo Pantaleón no es un hecho aislado: en los últimos años, Guerrero ha enfrentado una creciente ola de violencia que ha alcanzado incluso a miembros del clero. Las autoridades federales reconocen que este crimen resulta especialmente sensible, no solo por la víctima, sino por el impacto moral y emocional que genera entre los feligreses.
El sacerdote era conocido por su labor humanitaria y cercanía con comunidades rurales, donde promovía el diálogo y la paz. Su asesinato ha generado manifestaciones de indignación en redes sociales y llamados a la justicia por parte de organizaciones religiosas y de derechos humanos.
Las autoridades refuerzan la investigación
La Fiscalía General del Estado de Guerrero continúa recabando pruebas, testimonios y registros de cámaras de seguridad para esclarecer el crimen. De acuerdo con la SSPC, se mantiene comunicación constante con el gobierno estatal y con autoridades eclesiásticas para garantizar una investigación exhaustiva y transparente.
Por su parte, Omar García Harfuch subrayó que la prioridad es “hacer justicia sin revictimizar ni especular”. Asimismo, reiteró que no existen antecedentes de amenazas ni denuncias previas por parte del sacerdote, lo que refuerza la importancia de la línea de investigación que apunta a su chofer.
Justicia y memoria para el padre Pantaleón
La muerte del sacerdote ha dejado una profunda huella en la comunidad guerrerense. Sus feligreses lo recuerdan como un hombre de fe, comprometido con los más vulnerables y con la construcción de un entorno más pacífico.
Mientras la investigación avanza, la ciudadanía exige que el caso no quede impune. La figura del padre Pantaleón se ha convertido en símbolo de la lucha contra la violencia que aún persiste en distintas regiones del país.
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