El lunes por la noche, Donald Trump lanzó amenazas que han puesto a México en el ojo del huracán. Sus declaraciones, cargadas de tensión, abren un nuevo capítulo de confrontación que pone al gobierno de Claudia Sheinbaum frente a un desafío internacional de proporciones inéditas. Sin una estrategia clara, la tormenta amenaza con arrasar relaciones diplomáticas, económicas y migratorias entre ambos países.
¿Qué busca Trump con estas amenazas?
Trump ha hecho de la retórica antiinmigrante una constante en su discurso. En esta ocasión, sus acusaciones mezclan ideología con datos dudosos, argumentando que México es responsable del tráfico de fentanilo y de la llegada de migrantes ilegales a Estados Unidos. Aunque los hechos contradicen varias de estas afirmaciones, lo importante no es debatir su veracidad, sino entender que Trump sigue apelando al sentimiento nacionalista de sus seguidores.
Según Angela Merkel en sus memorias, lidiar con Trump no es cuestión de hechos, sino de abordar su narrativa. Ignorar este enfoque puede ser el primer error estratégico de México.
¿Qué hizo Sheinbaum y por qué genera debate?
El gobierno de Sheinbaum respondió a Trump, con una carta pública que muchos expertos consideran un movimiento errático. “Esto no es solo una cuestión interna”, señala un analista, “es un problema internacional que exige cautela, diplomacia y estrategia”.
Mientras Canadá, con una década de experiencia bajo su administración actual, mantiene relaciones sólidas con múltiples presidentes estadounidenses, México enfrenta un momento de novatez política. La prisa por responder a Trump podría ser percibida como debilidad, algo que el expresidente norteamericano sabe aprovechar.
Lecciones del pasado: sermones y cantaletas no funcionan
Históricamente, sermonear a Estados Unidos ha generado poco o ningún efecto positivo. Ejemplos como el discurso de López Portillo frente a Jimmy Carter en 1977 demuestran que intentar dar lecciones a los estadounidenses tiende a irritar más que a persuadir.
Repetir argumentos desgastados —como que el consumo de drogas en EE. UU. alimenta el narcotráfico en México, o que los aranceles perjudican al consumidor norteamericano— tampoco ha resultado eficaz. Estas verdades parciales, aunque relevantes, pierden fuerza frente al discurso polarizador de Trump.
La ruta de México: estrategia, aliados y claridad
Para enfrentar esta tormenta, México debe cambiar de enfoque. Algunas acciones clave podrían ser:
- Entender a Trump: No para seguirle el juego, sino para anticipar sus movimientos. ¿Qué espera exactamente de México en temas migratorios y económicos?
- Aliarse con sectores clave en EE. UU.: Empresas exportadoras, asociaciones legales y posibles afectados por aranceles son aliados naturales para contrarrestar las medidas proteccionistas de Trump.
- Consolidar experiencia diplomática: Recuperar aprendizajes de negociaciones pasadas, desde el TLCAN hasta el T-MEC, para reforzar la postura mexicana.
- Mantener la calma: Responder con cautela y evitar el juego mediático puede fortalecer la posición de México.
Un futuro incierto: ¿cómo navegar la tormenta?
Los próximos meses serán críticos. Trump podría no solo mantener, sino intensificar su discurso, especialmente ante las elecciones presidenciales en EE. UU. en 2024. Para México, esto no es solo una disputa retórica: está en juego la relación bilateral más importante del país, con consecuencias directas para la economía y la seguridad nacional.
Sheinbaum enfrenta su primera gran prueba internacional, y aunque las decisiones iniciales han mostrado cierta improvisación, aún hay tiempo para construir una estrategia sólida. Lo que está claro es que, frente a Trump, no hay margen para el error.
¡Únete a nuestro canal de Telegram! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.
TE PODRÍA INTERESAR