La Cuarta Transformación avanza con justicia social y el poder de la ciudadanía
En México, la idea de transformación ha tomado forma con un respaldo popular que impulsa el cambio hacia la justicia social y la soberanía nacional. La administración de Claudia Sheinbaum ha asumido la tarea de construir lo que ha llamado el “Segundo Piso” de la Cuarta Transformación, una fase en la que la participación ciudadana y la acción colectiva se han vuelto piezas clave.
El papel del pueblo en la construcción de un cambio profundo
Siguiendo la visión del sociólogo Pierre Bourdieu, quien sostenía que la estructura social puede reformarse mediante el poder colectivo, México se ha sumado a un proceso de transformación inédito. La ciudadanía no es observadora pasiva, sino protagonista activa en la creación de un país más equitativo y justo. Los ciudadanos, organizados y con un sentido de justicia, exigen cambios que respondan a sus necesidades y se alejen de los intereses de élites.
El resultado es una transición pacífica y estable, que ha evitado los problemas observados en otros países de la región. México ha logrado una estabilidad política que le permite abordar retos históricos, impulsada por el respaldo popular y un gobierno con una legitimidad incuestionable.
Los desafíos de la justicia y la soberanía en México
Uno de los cambios fundamentales en este “Segundo Piso” de la Cuarta Transformación es la reforma al Poder Judicial, cuyo objetivo es dar a la ciudadanía el poder de elegir a jueces, magistrados y ministros. Esta transformación responde al deseo de erradicar prácticas corruptas y de nepotismo en el sistema judicial. Se busca que el acceso a la justicia deje de ser un privilegio y se convierta en un derecho al alcance de todas y todos los mexicanos.
A esto se suma la iniciativa para eliminar organismos autónomos, como el Instituto Nacional de Transparencia (Inai) y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), cuyo funcionamiento ha sido cuestionado debido a su falta de eficacia y altos costos. Esta propuesta busca optimizar recursos y eliminar funciones duplicadas dentro del aparato estatal, priorizando un enfoque más directo en la transparencia y el acceso a la información pública.
México y Estados Unidos: Un equilibrio entre respeto y soberanía
En el ámbito internacional, la presidenta Sheinbaum ha tomado una postura clara y respetuosa, enfocándose en mantener una relación de cooperación con el gobierno estadounidense. En su primera conversación con Donald Trump tras su reciente victoria, Sheinbaum reafirmó el compromiso de México de trabajar juntos, aunque sin ceder en los principios nacionales que protegen la soberanía y los derechos de los mexicanos.
Esta relación es crucial, pues México y Estados Unidos comparten más de 3 mil kilómetros de frontera y un comercio binacional que es vital para ambas economías. Sin embargo, México se ha mostrado firme en su postura de no permitir políticas que afecten su autonomía. Con un respaldo social fortalecido, México ha encontrado un nuevo balance en su relación con el país vecino, asegurando a las familias mexicanas que no están solas en su lucha por una vida digna.
La Cuarta Transformación: Superando resistencias y retos
El proyecto de transformación impulsado por Andrés Manuel López Obrador y continuado por Sheinbaum ha enfrentado diversas resistencias en todos los niveles. La Cuarta Transformación exige cambios que implican superar estructuras que frenaron el crecimiento y desarrollo del país. Hoy, el cambio es tangible, y el respaldo popular es un pilar fundamental para vencer los obstáculos que puedan surgir.
Este respaldo se refleja en la voluntad de los ciudadanos para participar en las decisiones políticas y sociales que afectan su vida diaria. Esta transformación implica la construcción de un país más justo, en el que la igualdad, el acceso a la justicia y la participación ciudadana no sean ideales lejanos, sino derechos básicos y alcanzables.
Un llamado a la ciudadanía para participar en la transformación
Cada ciudadana y ciudadano tiene la responsabilidad de ser crítico y apoyar esta transformación desde su propio espacio, ya sea en el hogar, en la escuela, en el trabajo o en su comunidad. La Cuarta Transformación no solo es una responsabilidad del gobierno, sino de toda la sociedad, que debe contribuir para que México se convierta en un país soberano, justo y equitativo.
México se encuentra en un momento histórico en el que el poder colectivo y la organización social pueden lograr un cambio real y duradero. Con la unión de la ciudadanía y un gobierno firme en sus principios, los retos de hoy se convierten en las oportunidades del mañana.
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