En la vieja casona de Xicoténcatl, escenario de intensas discusiones políticas, la tensión se desbordó. Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como Alito, protagonizó un altercado con Gerardo Fernández Noroña que dejó grabaciones virales y abrió la puerta a un debate mayor: ¿procede o no su desafuero?
Las imágenes corrieron como pólvora en redes sociales, mostrando un Congreso dividido y encendiendo la opinión pública. El PRI defendió a su coordinador, mientras Morena se fracturó entre quienes exigen medidas ejemplares y quienes ven exagerada la sanción.
La postura de la Consejería Jurídica
La consejera jurídica de la Presidencia, Ernestina Godoy, fue clara: sí se puede pedir el desafuero de Alito por cualquier delito. Subrayó que la Fiscalía ya cuenta con denuncias y pruebas audiovisuales que deberán ser evaluadas para sustentar un procedimiento formal.
Su declaración marca un precedente, pues abre la discusión no solo sobre la violencia ocurrida en la Comisión Permanente, sino también sobre las acusaciones de corrupción que pesan sobre Moreno en Campeche.
Morena, entre la división y la estrategia
Dentro de Morena, las posturas no son homogéneas. Ignacio Mier, vicecoordinador en el Senado, consideró que el incidente no amerita un desafuero inmediato y pidió esperar el dictamen del médico legista y de la Fiscalía.
En contraste, Fernández Noroña afirmó que “los videos son contundentes” y que existen elementos suficientes para iniciar el proceso en San Lázaro. Mientras tanto, Adán Augusto López Hernández ironizó al sugerir que algunos opositores “necesitan cursos de autocontrol” e incluso un tratamiento de desintoxicación.
El trasfondo político: más allá de la agresión
Aunque la violencia en el Congreso acaparó titulares, varios legisladores recordaron que el verdadero debate sobre el desafuero de Alito Moreno va más allá: los señalamientos de corrupción en Campeche.
Morena podría usar este episodio como catalizador para retomar acusaciones previas contra el dirigente priísta, buscando un golpe político en vísperas de las próximas elecciones.
¿Qué sigue para el caso Alito?
El desenlace dependerá de dos factores clave:
- La Fiscalía, que deberá investigar y dictaminar si procede la solicitud de desafuero.
- La Cámara de Diputados, que será la instancia responsable de decidir si Moreno pierde el fuero parlamentario.
Lo que está en juego no es solo la carrera política de Alito Moreno, sino también la credibilidad del Congreso para sancionar actos de violencia y corrupción en sus propias filas.
El caso del desafuero de Alito Moreno se ha convertido en un espejo de la política mexicana: confrontación, acusaciones cruzadas y estrategias que trascienden lo jurídico. Mientras la Consejería Jurídica insiste en que el desafuero es viable, Morena se debate entre la prudencia legal y la presión política.
El desenlace podría marcar un precedente sobre cómo se sancionan las conductas de los legisladores y, sobre todo, si los actos de violencia y corrupción seguirán siendo tolerados en la política mexicana.


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