El pasado 29 de diciembre de 2024, el New York Times (NYT) publicó un reportaje titulado “Así es un laboratorio de fentanilo del Cártel de Sinaloa”, que generó gran controversia debido a las afirmaciones sobre la producción de fentanilo en una cocina doméstica en Culiacán, Sinaloa. Este artículo, escrito por las periodistas Natalie Kitroeff y Paulina Villegas, aseguraba que el proceso de fabricación de este opioide mortal ocurría en condiciones precarias, utilizando métodos inusuales en una vivienda común.
Sin embargo, las autoridades mexicanas, encabezadas por la presidenta Claudia Sheinbaum, y el director del IMSS Bienestar, Alejandro Svarch Pérez, han respondido contundentemente, desmintiendo la viabilidad de tal proceso en un entorno tan insalubre.
Fentanilo: Componente peligroso
El fentanilo es un opioide sintético que ha causado estragos en varios países, especialmente en Estados Unidos, debido a su alta toxicidad. En dosis tan pequeñas como 0.2 miligramos, equivalentes a cuatro o cinco granos de sal, puede ser letal. Debido a esta alta peligrosidad, el proceso de producción de fentanilo exige estrictas medidas de seguridad, las cuales, según el IMSS Bienestar, no pueden ser cumplidas en un espacio como el que describe el reportaje del NYT.
La cocina doméstica no es un espacio viable para producir fentanilo
Una de las principales críticas de Svarch Pérez fue la representación de un laboratorio de fentanilo ubicado en una cocina doméstica. De acuerdo con el director del IMSS Bienestar, no solo las condiciones del espacio son inapropiadas, sino que, debido a la naturaleza del fentanilo, cualquier persona expuesta a sus vapores sin equipo adecuado de protección correría un grave peligro.
«Es impensable que en un espacio tan pequeño, sin sistemas profesionales de ventilación, alguien pueda trabajar con sustancias tan peligrosas», explicó Svarch Pérez. Además, enfatizó que el proceso de síntesis química del fentanilo requiere de condiciones controladas, con sistemas de seguridad de nivel industrial, y no puede llevarse a cabo en una cocina sin la tecnología adecuada.
Inconsistencias en el reportaje del NYT
A lo largo de su intervención, Svarch Pérez destacó otras irregularidades en el reportaje del New York Times, empezando por las supuestas condiciones de seguridad utilizadas por los productores del fentanilo. En el video, se veían a los presuntos cocineros con cubrebocas quirúrgicos y sin equipo de protección adecuado. Esto, según el experto, es inverosímil, pues la mínima exposición al fentanilo podría ser mortal.
«Si esos cocineros realmente estuvieran produciendo fentanilo en esas condiciones, uno de ellos habría caído fulminado en cuestión de segundos», afirmó Svarch Pérez. A esto se suman las dudas sobre la afirmación de los cocineros de tener «tolerancia» al fentanilo, algo que es científicamente incorrecto. No existe evidencia que respalde la idea de que alguien pueda desarrollar resistencia a la toxicidad letal de este opioide.
Respuesta de Claudia Sheinbaum y la desmentida oficial
La presidenta Claudia Sheinbaum también se pronunció sobre el reportaje, rechazando las conclusiones presentadas por el NYT. Destacó que si existiera alguna forma de tolerancia al fentanilo, no habría tantas muertes por este opioide en Estados Unidos. Además, cuestionó la falta de menciones a los ingredientes químicos clave en la producción de fentanilo, como el 4-ANPP y anilina, que son fundamentales en la síntesis de este opioide.
«El reportaje parece presentar un espectáculo sensacionalista más que una representación fidedigna de los procesos de producción», indicó Sheinbaum, señalando que la falta de precisión en los datos pone en riesgo la credibilidad del medio estadounidense.
Realidad de los laboratorios de fentanilo
En contraste con lo que se mostró en el reportaje del NYT, los laboratorios donde realmente se produce fentanilo deben estar equipados con sistemas de ventilación avanzados, equipo de protección especializado y ser operados en condiciones controladas. La fabricación clandestina de este opioide, en muchos casos, se realiza en lugares aislados, donde las medidas de seguridad están estrictamente reguladas para evitar la exposición a los químicos altamente tóxicos.
Futuro del fentanilo en México y el trabajo conjunto internacional
A pesar de la desinformación circulante, el Gobierno de México sigue trabajando en medidas para controlar el tráfico y la producción de fentanilo, con el apoyo de agencias internacionales, como la DEA (Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos) y Interpol. Sin embargo, la guerra contra las drogas y el fentanilo no es sencilla y se requiere un enfoque integral para enfrentar el crimen organizado que está detrás de su fabricación y distribución.
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