Sheinbaum y el IFT: Una disputa que sacude el espectro de telecomunicaciones
La presidenta Claudia Sheinbaum protagonizó recientemente una polémica con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) debido a la publicación de la licitación número 12, que incluye la banda de 600 MHz y la polémica banda de 2.5 GHz.
En su conferencia mañanera del 27 de diciembre, Sheinbaum calificó este acto como un “albazo” que no cumple con los objetivos de cobertura social ni con el cobro adecuado por el espectro. Aunque inicialmente se pensó que se trataba del otorgamiento de concesiones, luego se aclaró que la controversia se centra en la licitación.
¿Qué implica la licitación número 12 del IFT?
El IFT, como regulador autónomo del sector de telecomunicaciones, planeaba iniciar la licitación el 27 de enero de 2025, un proceso que lleva más de un año de preparación. Entre los elementos destacados:
- Banda de 600 MHz: Clave para mejorar la cobertura móvil en áreas rurales.
- Banda de 2.5 GHz: Históricamente polémica por su alto costo y uso subóptimo.
- Cobertura social: Un objetivo cuestionado por el gobierno, que considera que la licitación no prioriza las zonas más vulnerables.
Para la administración actual, el proceso debió haber esperado a que se definiera la configuración del nuevo regulador tras la reforma constitucional que desaparece al IFT.
El papel de José Merino y las críticas a la licitación
José Merino, director de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, expresó que la licitación debía detenerse por tres razones principales:
- Configuración del nuevo regulador: Argumenta que la licitación debe adaptarse a las reglas del nuevo órgano.
- Falta de objetivos claros de cobertura social: Señala que el proceso no garantiza conectividad en las comunidades más rezagadas.
- Altos costos del espectro: En un mercado donde empresas devuelven frecuencias por ser incosteables, esta licitación podría no tener éxito.
Críticas al manejo del tema desde la Presidencia
La forma en que se manejó esta controversia ha generado diversas opiniones entre expertos y actores del sector:
- Falta de precisión técnica: Confundir la licitación con el otorgamiento de concesiones fue un error señalado por analistas.
- Inseguridad jurídica: La amenaza de revertir procesos legales sembró dudas sobre la autonomía y estabilidad del marco regulatorio.
- Impacto en el mercado: La incertidumbre generada podría disuadir a potenciales interesados en participar en futuras licitaciones.
¿Qué está en juego?
El espectro radioeléctrico es un recurso estratégico para el desarrollo de las telecomunicaciones y la conectividad en México. Sin embargo, el alto costo del espectro en el país ha llevado a operadores a devolver frecuencias y ha limitado el despliegue de infraestructura en zonas rurales.
Esta disputa no solo pone en jaque al IFT, sino que también podría afectar la percepción de México como un destino atractivo para la inversión en telecomunicaciones.
La reforma constitucional y el futuro del sector
Con la desaparición del IFT y otros órganos autónomos, el diseño de la regulación en telecomunicaciones quedará en manos del nuevo ente que sustituya al Instituto. Sin embargo, el proceso de transición podría generar más incertidumbre si no se definen claramente las reglas del juego.
Lecciones y retos para el futuro de las telecomunicaciones
El episodio entre la Presidencia y el IFT deja varias lecciones:
- Forma es fondo: El diálogo técnico y las soluciones concertadas son clave para evitar tensiones innecesarias.
- Autonomía regulatoria: La certidumbre jurídica es indispensable para atraer inversiones y garantizar un mercado competitivo.
- Enfoque social: Las políticas públicas deben priorizar la conectividad en las comunidades más vulnerables.
El desenlace de esta disputa será un indicador importante de cómo se manejarán los desafíos regulatorios en el futuro de las telecomunicaciones en México.
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