En una reciente entrevista, el expresidente Carlos Salinas de Gortari reavivó un tema polémico que ha estado presente en la política mexicana desde hace años: las pensiones de los expresidentes. En el podcast La Invención de América del Norte, Salinas se quejó amargamente sobre la pérdida de su pensión, una situación que ha provocado diversos comentarios tanto dentro como fuera del ámbito político.
Salinas, quien gobernó México entre 1988 y 1994, se refirió a sí mismo como un “desempleado” y mencionó que ya no recibe la pensión que en su momento le correspondía como exmandatario. Aunque no mencionó directamente al presidente Andrés Manuel López Obrador, su declaración fue interpretada como una crítica a la decisión del gobierno actual de suspender los pagos a los expresidentes.
La respuesta a las quejas de Salinas no tardó en llegar, y fue la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien abordó el tema en su conferencia de prensa matutina el 4 de diciembre de 2024. Durante su intervención, Sheinbaum fue clara y firme en su postura: “Nadie ha solicitado la pensión, y no se las daríamos”. De esta manera, la mandataria ratificó la postura del gobierno federal respecto a la extinción de las pensiones para los expresidentes.
El contexto histórico de la pensión presidencial en México
Para entender la postura de Sheinbaum, es fundamental recordar el contexto en el que se suprimieron las pensiones presidenciales. El 5 de noviembre de 2018, durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador, se promulgó el decreto que eliminó las pensiones para expresidentes. Esta medida, que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), respondió a la creciente indignación pública por los privilegios de los exmandatarios y la necesidad de austeridad en el gobierno.
El decreto estableció que no se concederían pensiones, jubilaciones ni haberes de retiro a expresidentes, a menos que estuvieran estipulados por ley o por un decreto legislativo. Asimismo, se excluyeron las remuneraciones que pudieran estar relacionadas con servicios de seguridad, un tema especialmente sensible en el contexto de la seguridad pública.
Sheinbaum y su respuesta a Salinas de Gortari
Al ser cuestionada sobre las declaraciones de Salinas, Sheinbaum dejó claro que ningún expresidente ha solicitado el regreso de su pensión, ni bajo su gobierno ni en el de López Obrador. Además, la mandataria resaltó que, aunque algún exmandatario lo hiciera, la respuesta sería negativa. En sus palabras: “No se las daríamos”.
Sheinbaum también aprovechó para comentar sobre la situación de los expresidentes, destacando que la mayoría de ellos vive fuera de México. Mencionó a Vicente Fox, quien reside en Guanajuato, y a López Obrador, que habita en Palenque, Chiapas. Por su parte, Salinas de Gortari, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto residen en el extranjero, principalmente en España y Estados Unidos.
La mandataria apuntó que, en el caso de que alguno de estos expresidentes decidiera solicitar la Pensión del Bienestar, sí tendría derecho a hacerlo, siempre y cuando viviera en México, pues este programa está diseñado para ciudadanos que se encuentren en territorio nacional.
El debate sobre la austeridad y la pensión del Bienestar
Las palabras de Sheinbaum reflejan la postura del gobierno mexicano de seguir impulsando políticas de austeridad, especialmente en lo relacionado con los altos funcionarios del Estado. Desde el inicio de su mandato, López Obrador y su equipo han defendido la eliminación de los beneficios exclusivos para expresidentes y otros altos funcionarios, como una medida para fomentar la justicia social y el uso responsable de los recursos públicos.
Sin embargo, la controversia sobre la pensión presidencial ha reavivado el debate sobre los privilegios de la clase política mexicana. Mientras algunos sectores apoyan la decisión de suprimir estos beneficios, otros critican la falta de una compensación adecuada para los exmandatarios, considerando que sus funciones implican una gran responsabilidad y sacrificio.
El futuro de las pensiones presidenciales en México
El caso de Salinas de Gortari es un recordatorio de las tensiones que siguen existiendo alrededor de la figura del expresidente en México. Si bien la medida de eliminar las pensiones fue una victoria para quienes abogan por la austeridad y la justicia social, también ha abierto la puerta a nuevas discusiones sobre las pensiones y las prestaciones que los expresidentes y otros exfuncionarios deberían recibir.
En este contexto, la presidenta Sheinbaum ha sido enfática en su postura: no habrá retorno a las pensiones para expresidentes. Esto, sin embargo, no excluye que otros beneficios, como la Pensión del Bienestar, estén disponibles para aquellos expresidentes que cumplan con los requisitos establecidos por las políticas actuales.
La Pensión Presidencial, un Tema Controversial en México
Las pensiones presidenciales continúan siendo un tema polémico en la política mexicana, sobre todo en momentos de crisis económica o cuando se busca justificar medidas de austeridad. Si bien la eliminación de estas pensiones fue bien recibida por una gran parte de la población, las declaraciones de Salinas de Gortari y la respuesta de Sheinbaum demuestran que aún hay mucha discusión sobre este asunto.
Por ahora, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha dejado claro que no tiene intenciones de reinstaurar las pensiones para expresidentes y que, de acuerdo con las leyes actuales, nadie tiene derecho a ellas.
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