La visión del sociólogo francés Pierre Bourdieu sobre la capacidad transformadora de la acción colectiva se materializa hoy en México. Con el inicio de la «segunda fase» de la Cuarta Transformación bajo la presidenta Claudia Sheinbaum, México enfrenta desafíos históricos con una hoja de ruta que se basa en el respaldo popular y la voluntad de cambio. En esta etapa, el Gobierno busca fortalecer pilares fundamentales: la paz, la soberanía, la igualdad y una economía justa y sostenible.
El poder de la ciudadanía organizada en el nuevo ciclo de la 4T
A diferencia de otras transiciones en América Latina y el mundo, México se distingue por una estabilidad que nace de una relación sólida entre el Gobierno y la ciudadanía. En sus primeras semanas de mandato, Sheinbaum ha confirmado su compromiso de fortalecer este vínculo y seguir adelante con las reformas necesarias. Este proceso no solo se traduce en estabilidad, sino también en la posibilidad de reformar sectores clave, como el sistema judicial y la administración pública.
La Segunda Fase de la 4T no se trata únicamente de continuar con políticas, sino de lograr un cambio estructural. Al democratizar las instituciones y dar a la ciudadanía el poder de elección en el Poder Judicial, se busca una verdadera justicia social. Esta reforma ya está en marcha en el Congreso, y pretende que jueces, magistrados y ministros sean elegidos de forma democrática, eliminando el monopolio de las cúpulas y combatiendo la corrupción.
Reforma del Poder Judicial: hacia una justicia realmente democrática
La reforma al Poder Judicial es una de las piedras angulares de esta nueva etapa. En México, el sistema judicial ha estado históricamente controlado por élites que se mantienen distantes de las necesidades de la gente. Con esta reforma, el Gobierno busca devolver el poder al pueblo y lograr que la justicia sea accesible para todas y todos. En esta transición, el apoyo popular es esencial para hacer frente a las resistencias de quienes se aferran a un sistema de privilegios.
Al eliminar prácticas como el nepotismo y la corrupción en los procesos judiciales, esta reforma propone una verdadera democratización. Permitirá que la ciudadanía participe activamente en la elección de jueces y magistrados, rompiendo con una estructura que por años ha estado en manos de unos pocos.
Eliminación de organismos autónomos y eficiencia en el aparato estatal
La propuesta de eliminar algunos organismos autónomos ha generado debate. Instituciones como el INAI y la Cofece han sido cuestionadas por duplicar funciones y generar altos costos. El Gobierno busca eliminar esta duplicidad, garantizando que la transparencia y la rendición de cuentas se realicen de manera efectiva, sin que existan refugios de privilegios.
Aunque críticos aseguran que la desaparición de estos organismos comprometerá la transparencia, Sheinbaum y su equipo mantienen su postura. La medida, aseguran, mejorará la eficiencia en el manejo de los recursos y permitirá que las funciones de estos organismos se integren en el aparato estatal sin duplicidades.
Relaciones diplomáticas en tiempos de tensión con Estados Unidos
La relación de México con Estados Unidos es fundamental, y con el regreso de Donald Trump a la presidencia, el escenario se torna complejo. En una llamada con el presidente electo, la presidenta Sheinbaum reiteró el compromiso de México de mantener una relación basada en el respeto y la cooperación, pero también dejó claro que el país defenderá su soberanía ante cualquier posible amenaza en temas como migración, comercio y seguridad fronteriza.
Esta postura firme y diplomática busca proteger a las y los mexicanos que viven en Estados Unidos, reiterando que México no permitirá presiones que puedan comprometer sus derechos. El país ha dejado claro que no cederá en asuntos esenciales, aunque se muestra dispuesto a colaborar en temas de interés común, como el combate al narcotráfico.
Un proyecto para todas y todos: la inclusión del pueblo en la toma de decisiones
Este es un Gobierno que reconoce la importancia de la participación ciudadana. La Cuarta Transformación invita a todas y todos a involucrarse, no solo como espectadores, sino como actores de cambio. Este enfoque participativo refuerza la legitimidad del proyecto y permite que las voces de las comunidades sean escuchadas.
Al convocar a la sociedad en temas cruciales, Sheinbaum envía un mensaje claro: la Cuarta Transformación es un proyecto en el que todos pueden aportar, ya sea desde sus comunidades, en los espacios de participación o en la defensa de sus derechos.
Desafíos y esperanza: un país en transformación
México sigue enfrentando desafíos de gran envergadura, desde el fortalecimiento de la economía hasta la lucha contra la inseguridad y la corrupción. No obstante, el respaldo popular y el compromiso del Gobierno marcan una diferencia que otros países miran con interés. Este proceso de cambio, que comenzó hace cinco años, se ha convertido en una verdadera transformación estructural que busca derribar barreras históricas.
La Cuarta Transformación está lejos de ser un camino sin obstáculos, pero se sostiene en la firmeza de un liderazgo comprometido y en la voluntad de millones de mexicanos que aspiran a un país más justo, soberano e igualitario.


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