La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo entregó este domingo créditos a artesanas del pueblo amuzgo, con el objetivo de preservar el huipil y otros tejidos tradicionales y garantizar que estas mujeres puedan vivir de su trabajo. La mandataria destacó que este apoyo combina conservación cultural y bienestar social, asegurando que las mujeres indígenas sean reconocidas y valoradas por su labor.
Programa “Apoyarte”: recursos sin trámites complicados
El crédito, operado por Financiera para el Bienestar (Finabien), otorga 30 mil pesos a cada artesana de la región. La meta para este año es entregar 500 millones de pesos en apoyos a las zonas amuzga y mixteca, de los cuales 170 millones ya se han otorgado.
Sheinbaum subrayó que estos apoyos se entregan sin trámites engorrosos, sin intermediarios y sin condiciones injustas, confiando en la palabra de cada mujer. Además, se garantiza la comercialización de sus piezas a un precio justo, fortaleciendo tanto la economía local como la preservación de la tradición.
Preservación cultural y reconocimiento histórico
Durante su visita, la presidenta recordó su primer viaje a Xochistlahuaca hace 55 años, donde su madre, la científica Annie Pardo, le inculcó el amor por los huipiles. Sheinbaum enfatizó que su compromiso con las mujeres artesanas indígenas viene desde su infancia y se refleja en políticas que buscan honrar su trabajo y legado cultural.
Destacó que la grandeza cultural de México proviene de sus pueblos originarios y que las mujeres amuzgas, a través de cada trazo y cada hilo, han preservado no sólo la tradición, sino una historia de resistencia y memoria.
Los huipiles como símbolo de identidad y resistencia
La mandataria explicó que los huipiles no son solo prendas, sino códices tejidos que transmiten conocimiento, historia y sabiduría ancestral. Cada figura y símbolo representa un pedazo de tiempo que resiste, un lenguaje que dice: “Aquí estamos, somos creativas, resistentes, alegres y fuertes”.
Sheinbaum resaltó que estas piezas reflejan siglos de conocimiento transmitido de generación en generación mediante el telar de cintura, un método tradicional que guarda la identidad y memoria cultural de las comunidades amuzgas.
Reconocimiento y visibilidad para las mujeres indígenas
La presidenta enfatizó que, como la primera mujer en ocupar la presidencia de México, tiene la responsabilidad de mirar a todo el pueblo, pero especialmente a las mujeres indígenas, quienes durante siglos fueron invisibles, excluidas y olvidadas.
“Hoy las mujeres indígenas son las más reconocidas de nuestro país”, afirmó, destacando que han sido clave para impedir que la raíz cultural se quiebre y para transmitir su lengua y tradiciones de generación en generación.
Apertura de oportunidades y justicia social
Sheinbaum subrayó que el gobierno actual busca abrir caminos que antes estaban cerrados. Las puertas que se negaron a estas mujeres, hoy se abren para otorgar prosperidad, reconocimiento y dignidad. Según la mandataria, un país que no reconoce a sus pueblos y a sus mujeres indígenas no puede llamarse justo.
El programa “Apoyarte” se convierte así en un instrumento de justicia social, que combina apoyo económico, preservación cultural y empoderamiento de las mujeres, asegurando que su trabajo siga siendo reconocido y que su labor genere bienestar para ellas y sus comunidades.
Con la entrega de créditos a las mujeres artesanas amuzgas, Claudia Sheinbaum reafirma el compromiso del gobierno federal con la preservación cultural, la justicia social y la equidad de género. A través de estos apoyos, se fortalece no solo la economía local, sino también la identidad, memoria y resistencia de los pueblos indígenas, asegurando que el legado de los huipiles y otros tejidos tradicionales continúe siendo un símbolo de orgullo y reconocimiento para México.


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