domingo, diciembre 21, 2025

Sheinbaum enfrenta a Trump: ¿De quién es realmente el problema del narco?

México vs. EE.UU.: La guerra de acusaciones sobre el narcotráfico

La crisis del fentanilo ha desatado una nueva disputa diplomática entre México y Estados Unidos. Esta vez, el protagonista es Donald Trump, quien acusó abiertamente al gobierno de México de tener una “alianza intolerable” con los cárteles del narcotráfico.

En respuesta, la presidenta Claudia Sheinbaum no se quedó callada y lanzó una contundente declaración:

“Si el gobierno de Estados Unidos realmente quisiera frenar el consumo de fentanilo, debería combatir la venta en sus calles y el lavado de dinero que lo financia. Además, si hay una alianza con los cárteles, es en las armerías estadounidenses que les venden armas de alto poder”.

Con esto, Sheinbaum cambia la narrativa y pone en evidencia lo que Trump no menciona: el papel de Estados Unidos en la crisis del narcotráfico. Pero, ¿quién tiene razón?

El negocio del fentanilo: ¿Quién se beneficia realmente?

El fentanilo es un opioide sintético hasta 50 veces más potente que la heroína. Desde 2019, ha causado más de 100,000 muertes por sobredosis anuales en EE.UU., convirtiéndose en una de las mayores crisis de salud pública en la historia reciente.

Pero para que esta epidemia se mantenga, el narcotráfico necesita de tres factores clave:

  1. Producción y tráfico – Fabricado con precursores químicos provenientes de China y convertido en pastillas en laboratorios clandestinos en México.
  2. Distribución interna – Grupos criminales de EE.UU. compran la droga y la revenden en ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Chicago.
  3. Lavado de dinero – Las ganancias multimillonarias necesitan ser blanqueadas en bancos, negocios y mercados financieros de EE.UU.

Si el gobierno de Trump señala a México por la producción y tráfico, ¿por qué no habla de los cómplices estadounidenses que facilitan su venta y financiamiento?

Armas y cárteles: El lado oscuro de EE.UU. en la crisis del narco

Otro aspecto que Sheinbaum resaltó en su respuesta es el tráfico de armas de Estados Unidos hacia México.

Un informe del Departamento de Justicia de EE.UU. reveló que el 74% de las armas aseguradas a los cárteles en México provienen de Estados Unidos.

Estas armas incluyen:

  • Fusiles de asalto AR-15 y AK-47, usados en enfrentamientos contra fuerzas del orden.
  • Rifles Barret calibre .50, capaces de derribar helicópteros.
  • Pistolas Glock con dispositivos para hacerlas automáticas, que circulan en el mercado negro.

Las leyes laxas en EE.UU. permiten que cualquier persona compre grandes cantidades de armas, las cuales son cruzadas ilegalmente a México y terminan en manos del crimen organizado.

Si Trump está tan preocupado por la violencia en México, ¿por qué no toma medidas para frenar el tráfico de armas que abastece a los cárteles?

Corrupción en ambos lados de la frontera: Un problema compartido

Si bien Sheinbaum tiene razón al señalar las contradicciones de EE.UU., México también enfrenta graves problemas internos en la lucha contra el narcotráfico.

La relación entre autoridades y cárteles ha sido denunciada en múltiples ocasiones:

  • Gobernadores y alcaldes vinculados al narco
  • Corrupción en cuerpos policiales
  • Ejecutivos y empresarios implicados en lavado de dinero

En este escenario, es claro que la guerra contra el narcotráfico no puede ganarse con acusaciones cruzadas, sino con acciones reales en ambos países.

¿Hacia dónde va la relación México-EE.UU.?

El conflicto entre Trump y Sheinbaum apenas comienza, y las implicaciones podrían ser graves:

  1. Presión económica y comercial
    • EE.UU. podría aumentar aranceles o restringir inversiones en México.
    • Empresas estadounidenses podrían reconsiderar sus operaciones en territorio mexicano.
  2. Tensiones en seguridad y cooperación
    • La DEA y el FBI podrían endurecer sus operativos en México.
    • México podría restringir la cooperación con agencias estadounidenses.
  3. Posible intervención unilateral
    • Trump ha insinuado que podría tomar acciones unilaterales en territorio mexicano.
    • Sectores ultraconservadores en EE.UU. apoyan la militarización de la frontera y posibles operaciones en México.

Por ahora, Sheinbaum ha dejado claro que México no se quedará callado. Pero la pregunta sigue en el aire:

¿Podrá enfrentar la presión de EE.UU. sin comprometer la estabilidad del país?

Más allá del discurso, ¿qué sigue?

La crisis del narcotráfico es un problema binacional, y no se resolverá con señalamientos políticos o discursos populistas.

  • México debe reforzar su lucha contra el crimen organizado, eliminando la corrupción en sus filas.
  • EE.UU. debe atacar el problema desde su origen, combatiendo el tráfico de armas y el lavado de dinero.

Sin acciones conjuntas, la crisis seguirá cobrando vidas en ambos países, mientras los verdaderos beneficiados seguirán siendo los cárteles y sus cómplices.El conflicto entre Trump y Sheinbaum apenas comienza, y marcará el rumbo de la relación bilateral en los próximos años.

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Paloma Franco
Paloma Franco
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