En un contexto de creciente tensión y desafíos internacionales, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha enfatizado la importancia de una relación con Estados Unidos basada en la coordinación, no subordinación. En sus recientes declaraciones, Sheinbaum afirmó que tanto México como Estados Unidos deben trabajar juntos para enfrentar problemas como la migración irregular y el tráfico de fentanilo, sin que México se vea forzado a ceder su soberanía. Esta postura responde a los continuos intercambios diplomáticos entre la mandataria mexicana y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha planteado la posibilidad de imponer aranceles a productos mexicanos, especialmente en el sector energético y el comercio de crudo.
Cooperación bilateral con respeto a la soberanía de México
Durante una de sus conferencias matutinas, Sheinbaum comentó sobre los acercamientos con Trump, destacando que los temas discutidos en su conversación telefónica coinciden con los planteamientos ya reflejados en la carta enviada al presidente estadounidense. En dicha carta, México detalló las acciones que ha tomado para abordar el fenómeno migratorio y el combate al narcotráfico, en especial al fentanilo, que ha tenido un creciente impacto en ambas naciones.
«Colaboramos, pero no nos subordinamos», afirmó Sheinbaum, subrayando que México no aceptará condiciones impuestas que vulneren su soberanía nacional. De acuerdo con la presidenta, si bien las relaciones con Estados Unidos son esenciales para el bienestar económico de México, la defensa de los intereses nacionales siempre será una prioridad.
El riesgo de los aranceles y sus efectos económicos
Sheinbaum también hizo hincapié en los efectos económicos que tendría la imposición de aranceles a los productos mexicanos. De acuerdo con la mandataria, tales medidas afectarían tanto a México como a Estados Unidos, dado que ambos países son socios comerciales estratégicos. En particular, Sheinbaum destacó que las exportaciones de petróleo mexicano a Estados Unidos, aunque todavía significan un porcentaje importante de la balanza comercial, han disminuido considerablemente. En su lugar, México ha optado por destinar la mayor parte de su producción de crudo a la refinación de gasolina para consumo interno.
Este cambio en la estrategia energética refleja los esfuerzos de México por disminuir su dependencia de las exportaciones de petróleo y garantizar una mayor seguridad energética para la población mexicana. Sin embargo, Sheinbaum fue clara al señalar que, a pesar de la reducción en las exportaciones, México sigue comprometido con la cooperación energética con Estados Unidos, siempre que se respete la soberanía de México.
El impacto del narcotráfico y el fentanilo en la relación bilateral
El fentanilo ha sido uno de los puntos más álgidos en la relación entre México y Estados Unidos. Este opioide sintético, que ha causado miles de muertes en suelo estadounidense, es producido en su mayoría por carteles mexicanos, lo que ha llevado a Trump a acusar a México de no hacer lo suficiente para detener su tráfico. En respuesta, Sheinbaum reafirmó el compromiso de su gobierno para combatir el narcotráfico y el fentanilo, a la vez que subrayó que cualquier medida tomada en esta área debe basarse en el respeto mutuo y la colaboración internacional.
México ha incrementado sus esfuerzos para enfrentar el narcotráfico mediante una serie de operativos y medidas de control, pero Sheinbaum advirtió que no se permitirá que Estados Unidos imponga políticas unilaterales que afecten la soberanía del país.
La administración de los recursos petroleros y la reducción de la extracción
En cuanto a la producción de petróleo, Sheinbaum destacó que la extracción en México ha disminuido considerablemente, pasando de más de 3 millones de barriles diarios a una producción más moderada de 1.8 millones de barriles al día. Este enfoque busca equilibrar la explotación de los recursos naturales del país, evitando la sobreexplotación y enfocándose en una producción más sostenible que favorezca a la economía interna de México.
La presidenta también aprovechó la ocasión para criticar a las administraciones anteriores de Vicente Fox y Felipe Calderón, mencionando que durante sus gobiernos no se llevaron a cabo obras significativas que pudieran beneficiar al país. En contraste, Sheinbaum destacó las políticas de su gobierno, centradas en la sostenibilidad y la autonomía energética para México.
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